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Naruto corrió a la academia atento de no encontrarse en el campo de visión de su ahora ex-esposa, pero no la vio por el camino, supuso que ya estaba en la academia por lo que aceleró su paso solo para encontrar a Sarada y a Hanami haciéndole compañía a su hija mientras está parecía estar apunto de llorar por alguna razón.

-¿Hima-Chan, qué ocurre?- dijo preocupado Naruto llegando con las niñas.

-Oto-san si ibas a venir por Himawari deberías haberte apurado- dijo en un regaño la pelirosa.

-De echo yo venía a ver si me podía robar un rato a Hima- dijo avergonzado Naruto desconcertado a las dos niñas.

-¿Nos íbamos a esconder de mamá hoy?- dijo la de bigotes con una pequeña sonrisa limpiando las pequeñas lágrimas que segundos antes amenazaban por salir.

-Hai, hoy quería mostrarte un lugar genial- aseguro Naruto con una enorme sonrisa.

-¿En esta dimensión la Tía Hinata también es un poco impuntual?- pregunto confundida Hanami.

-Hinata-san es muy puntual y usualmente siempre llega antes, no entiendo por qué llegó demasiado tarde- dijo Sarada con el seño fruncido.

-Bueno tal vez tenga muchas cosas en la cabeza actualmente haci que deberíamos ir a casa- dijo Naruto mirando a Himawari quien asíntio.

-Gracias Sarada-san, nos vemos mañana Hanami-Chan- dijo Himawari amablemente.

-No hay de que Himawari- dijo Sarada sonriendo.

-Hasta mañana Himawari, mañana traeré algo para divertirnos en cla ... El receso- dijo Hanami corrigiendo su error para evitar un castigo.

-Jaja nos vemos el niñas cuídense- se despidió Naruto tomando la mano de Himawari.

Sarada y Hanami se fueron rápidamente pues ya habían tardado y habían prometido a Sakura ayudarla a preparar la cena. Mientras que padre e hija caminaban tranquilamente camino a casa charlando de cualquier cosa que pasaba por la mente de la niña.

Entraron a la casa y misteriosamente la Hyuga mayor no estaba, preocupado Naruto se tomó unos segundos para expandir sus sentidos rápidamente en busca de la mujer, la cual encontró rápidamente en uno de los campos de entrenamiento, despidió dejarla a un lado pues podía sentir ese sentimiento de confusión y tristeza, por lo que le dijo a su hija que subiera a su habitación y se alistara para salir, la pequeña rápido subió a su habitación.

Por su lado el rubio soltó un pequeño suspiro odiaba sentirse culpable del dolor que causada en Hinata, pero aquella persona que amaba con su corazón lo había echo ver qué también merecía un poco de felicidad, pensó en tomar un baño rápidamente pero cuando entro pudo ver una maleta mediana estaba en medio de la cama, rápidamente supo que probablemente eso eran todas sus pertenencias era claro para el que no guardan muchas cosas en la casa que compartía con Hinata pero no espero que fueran tan pocas.

-Tal vez sea momento de contarle a Himawari y a Boruto- dijo para sí mismo en un susurro.

-Decirnos que cosa Oto-san- dijo Himawari curiosa mirando la maleta en la cama de sus padres.

-Himawari- dijo entonó bajo el rubio como le diría que su hora de irse de esa casa había llegado al fin.

-Tu te vas a ir ya- dijo con voz temblorosa Himawari.

-Lo siento Hima, al parecer tendré que adelantar mi mudanza, justamente hoy estaba pensando en llevarte a verla- dijo Naruto agachándose a la altura de su hija quien solo bajo la mirada

-Pero prometiste quedarte toda la semana- dijo llorosa Himawari.

Naruto la cargo en sus brazos y salieron a la sala donde sentó a su hija en el sofá y se inclino para mirarla con toda la dulzura y calidez que podía.

Una Dimensión Alterna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora