"Crowley que mierda hiciste." Pensó para luego retorcerse en la cama.
Luego de 5 minutos de lamentos y regañarse a sí mismo se dio cuenta de lo que realmente acababa de hacer, había tirado su celular con fuerza al otro lado de su habitación.
-¡MIERDA!-
El chico se levantó tan rápido como pudo y recogió su celular, que para su mala suerte, tenía la mica protectora quebrada.
"Okay, solo es la mica, la puedo ir a cambiar hoy en la tarde, tengo plata suficiente." dijo para sus adentros mientras miraba en dirección a su cama. Crowley poseía una pequeña fortuna de £45,47 libras esterlinas que guardaba debajo del colchón, que en dólares equivalía a poco más de $50, las cuales había conseguido en pequeños trabajos que hizo durante el verano, cómo ayudar a descargar camiones, cortar el césped de sus vecinos y ayudar en el negocio de Juanin. Aunque fueran pocos sus ahorros, iban destinados a la reparación de su Bentley, un auto de segunda mano que compró con sus ahorros de la preparatoria, solo le quedaba repararlo. Sin embargo, desde que entró al mundo de las fiestas le costaba ahorrar cada vez más.
-¡ANTHONY, VEN A DESAYUNAR!- Gritó Raphaela desde las escaleras, él amaba a su hermana pero odiaba que le gritaran por gusto.
-Ugh, ¡Ya voy!- Gritó de vuelta Crowley mientras dejaba su celular bajo su almohada, al parecer hoy iba a ser día de ir al centro, no le gustaba mucho salir solo, pero se las iba a arreglar.
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Eran las 8:36 am y cierto joven de aspecto angelical se levantaba de buen ánimo para ir a la iglesia. Aziraphale había dormido poco debido a su conversación con Crowley la noche anterior pero el sueño no iba a arruinarle el día, si había algo que su madre le había inculcado desde pequeño era amar ir a la iglesia los fines de semana.
El chico se levantó, se dio una ducha y buscó su mejor conjunto, pues era la primera vez que asistía a la iglesia a la que iba su madre en Londres, su nueva ciudad.
Los padres de Aziraphale se habían divorciado hace un par de años, tal vez sonará duro pero él prefería eso a que vivieran en conflicto, en un principio le dolió pero comprendió que el amor no dura para siempre. Antes de vivir en Londres, con su madre, Aziraphale vivía en su pueblo natal, Tadfield, junto con su padre, la vida era tranquila allí, no obstante, el constante acoso escolar que sufría el rubio lo hizo tomar la drástica medida de mudarse con su mamá para empezar desde cero y honestamente, su plan iba bastante bien, solo le quedaba dar su primer beso y unirse al consejo estudiantil, pues ya tenía un amigo, Crowley, él le bastaba, aunque no le molestaría ser amigo de su vecino Newton, se veía como alguien muy amigable.
Mientras pensaba en todas las decisiones que lo llevaron a vivir en la gran ciudad, había terminado de vestirse; Se había puesto una camisa blanca, pantalones caquis, un cardigan café oscuro y su infaltable moño a cuadros que le había regalado su difunto abuelo. Se sentía lindo al verse al espejo, pero el sentimiento no duró mucho, después de un par de minutos se sintió ridículo.
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Quiero pecar contigo
Fiksi Penggemar+15 Aziraphale entra a un nuevo instituto esperando poder cambiar el curso de su vida, pero sus planes toman un giro inesperado con la llegada de un joven de cabello rojo. ¿Puede una sola persona cambiar el mundo de otra?