es solo lo inesperado, y algo más

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La noche se iba y llegaba su reemplazo, el día. Recién amanecía con un ambiente con frescas brisas exquisitas.Charlie Emily ha vivido en Hurricane toda su vida, o la que llevaba hasta entonces.

La vida de Charlie no era muy compleja: vivía en una casa ubicada en un pequeño pueblo, el cual estaba rodeada de vegetación y arboledas grandes, siendo algunos animales como ardillas o gatos rondando por el pequeño pero grande bosque.Su tutora era su Tía Jen, pues Charlie recién acababa de cumplir la mayoría de edad en Estados Unidos, por lo que se podría decir que Jen era su cuidadora.La relación entre ambas ha sido buena, pues no sé podría esperar nada después de la muerte de su padre.

En contexto del padre de Charlie, habría muerto por un accidente en un establecimiento de su socio, o eso era el reporte final de la policía.

Charlie quedó en custodia de su tía Jen cuando tenía solamente 7 años, y el destinó le concedió festejar su último cumpleaños con su padre.

Charlie se levantó reclinando la parte superior, notó que la noche anterior había dejado la ventana de su cuarto abierta y le pegaba una brisa en la cara que realmente era satisfactoria.Se levantó enseguida y se vistió con unos jeans y una camisa blanca, el frío estaba a la vuelta de la esquina y no dudó en ponerse una sudadera negra de la marca "Tommy Hilfiger".

Bajó a la sala principal y vió que su tía Jen estaba tejiendo en la sala, sentada en un comodo sillón.

- Buenos días, Charlie.- dijo amablemente, dirijiendole una sonrisa.
- Buenos días, tía - respondió feliz.
- Desayunar hoy? O comerás algo en la cafetería de la escuela? - preguntó.
- Umm...no.Hoy comeré en la cafetería.- dijo mientras se sentaba a lado de su tía.
- Está bien.- dijo serena.
- Ya me tengo que ir.- dijo mientras veía como su tía cosía.
- Claro, cariño.Vete y no llegues tarde.- dijo suavemente mientras la volteaba a ver y le esbozaba una sonrisa sincera.

Charlie se despidió de Jen con un abrazo.Se levantó y cogió su mochila para irse en su auto heredado.Al salir, fue hasta dónde estaba el carro y lo encendió y posteriormente marcharse a la universidad.

Al llegar a la susodicha, se encontró con John, un viejo amigo de la infancia en la cafetería.Contemplo que estaba haciendo fila para pedir una orden, pues a esas horas era bastante demanda de ordenes.

- Hola,John.- dijo suavemente Charlie Mientras tocaba su hombro para que John se percatara de su ausencia.

John volteó y vio a Charlie detrás suya,y se volteó.

- Charlie! Hola!- respondió entusiasmado.- Que has estado haciendo? Piensas pedir algo?- preguntó.

- Claro.Apenas voy a desayunar.- respondió amablemente.

- Oh, ya.Yo igual voy a desayunar,algo..- dijo.

Después de encargar sus órdenes y que fueran entregadas, fueron a sentarse en una banca de la cafetería.

- Que has estado haciendo éstos días?- pregunto John, espectante.

- Nada, solo viviendo aburrida- dijo mientras le daba un sorbo a su jugo de naranja.

- Ouch, que mal.Deberias planear algo ahora que salimos de vacaciones después de un largo y estresante semestre, no lo creés?- dijo en un son compresivo.

- Ni yo se lo que quiero hacer con mi vida después de todo lo que ha pasado.- dijo mirándolo melancolícamente.

- Solo te puedo decir que siempre estaré para ti, para escucharte y ayudarte en tus problemas, pensamientos y consejos, Charlie.- dijo suavemente esbozando una sonrisa, mirándola tiernamente.

- Gracias,John.- dijo Charlie tiernamente.

Después solo platicaron sobre sus materias que más se les parecían complicadas entre otras variables.Al finalizar su encuentro, se despidieron y fueron a sus respectivas clases.

- Entonces, así es como la raíz cuadrada de cuarenta cinco es raíz cúbica de cinco.- explicaba la profesora de matemáticas mientras escribía el procedimiento en el pizarrón.

A Charlie no se le hacía difícil la materia, pues la profesora explicaba excelente y tenían de recurso un libro de matemáticas simplificadas, el qué explicaba las ramas de matemáticas como lo es la álgebra y aritmética de una manera simple y sencilla con el fin de no complicarle la vida a los estudiantes.

Al terminar las clases,Charlie iba apresurada a la salida, ya que tenía algunos asuntos pendientes con John que no pudó contarle a John por la mañana.Choco con un profesor que no había visto antes o que no le daba alguna materia.Charlie se quedó tumbada en el suelo unos segundos mientras recogía unos libros que llevaba anteriormente en su mano.

-Disculpé, señorita.- le habló una voz desde arriba.

Charlie elevó la cabeza y efectivamente, era un profesor nuevo, de altura larga.El profesor le extendió su mano para ayudarla.Charlie la tomo amablemente y se alzó hacia arriba.

-Gracias, señor.- habló.
Charlie logro leer que tenía un gafete con su nombre el cuál era "William".
Charlie se marchó rehusandose a que el hombre le contestara algo.Al salir, milagrosamente encontró a John viendo al sol escondiendose en el horizonte.En el patio de salida de la preparatoria de Charlie estaba perfectamente echó,pues había mesitas esparcidas por el patio, también había arboles pequeñas jardineras dónde se encontraban estos mismo, con hierba y una que otra planta.Charlie se aproximó a platicar a su lado derecho.

- Hola,John.- dijo suavemente.
- Oh! Hola, Charlie.- contestó ahora desviando la mirada hacia Charlie.
- Es bonito el paisaje.- comento Charlie.
- Claro.- contestó.
Charlie se volteó hacia John, haciendo que ambos quedacen de frente.
- ¿Quieres ir a un café?- propuso John.
- Café... está bien,John.- dijo Charlie suavemente.

Ambos se dirijieron a una cafetería cerca del colegio, mientras que por el camino platicaban sobre clases en la preparatoria,anécdotas,o lo que fuese.Charlie y John eran amigos desde que iban en primaría, y al parecer que por orden del destinó incluso les tocó en secundaria en el mismo grupo, pero era demasiada suerte que en prepa decidieron ir a la misma por gustos similares y una escuela media difícil, solo que diferentes intereses.

Al llegar al café, comenzaron a hablar a fondo.

- Sabes...el sentimiento de esperar algo con ansias sin saber que te espera, se ha hecho presente en mi vida.- dijo con una voz casi susurrante.
- Estás esperando tu glorioso propósito? Todos tenemos uno, que puede estar tan cerca pero a la vez tan lejos.- respondió John con una voz tranquila, soltando un pequeño suspiro.
- En la salida conocí a un hombre llamado William.- comentó.
- William qué?- intervinó John.
- No,solo William.El caso es que, tengo el presentimiento de haberlo conocido mucho antes.- dijo Charlie.
- Espera con ansias tu glorioso propósito.



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