𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 ─𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨

𝟕

¿𝑪𝒖𝒆𝒓𝒏𝒐𝒔?
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Pov's Mateo

Recién me despertaba, intenté moverme y me di cuenta que tenía a Francesca, mi novia, aferrada a mí, su brazo pasaba por encima de mi torso y tenía su mano agarrada a la mía. Sonreí con ternura

—Amor —La llamé. —, quiero ir al baño —Dije con la intención de que me suelte, ella hizo todo lo contrario y me apretó más contra ella. —. Dale, gorda.

La rubia, sin otra opción, me soltó y se acurrucó a un costado, debido al frío.

Fui al baño y noté el silencio que había en la casa, al parecer estábamos solos, ya que no se oía ni a mi papá ni a mi hermano, este último es de levantarse temprano.

No le di importancia y luego de hacer mis necesidades y lavarme los dientes volví a mi habitación.

—¿Estuviste llorando? —Pregunté a la rubia, al notar sus ojos algo hinchados.

—No, ¿por? —Respondió con una sonrisa, que parecía algo forzada

—¿Sabés que cualquier cosa podés hablar conmigo, no?

—Sí, amor, gracias. Me voy a lavar los dientes —Dijo rápido y fue corriendo al baño.

Últimamente estuvo con una actitud rara.

Luego de unos minutos vi como se abría la puerta.

—¿Estás segura de que te sentís bien? —Volví a preguntar al verle los ojos algo rojos. Ella asintió a mi pregunta.

Se le notaba mucho cuando lloraba.

Se acostó a mi lado y volvió a abrazarme, escondiendo su cara en mi cuello, tenía los cachetes húmedos.

Rodée su cintura con mis brazos y dejaba caricias con mis pulgares. Si no quería contarme lo que le pasaba no iba a presionarla.

—Estás muy cariñosa últimamente —Dije, logrando que suelte una risita.

—Te amo mucho, ¿sabes? —Habló saliendo de mi cuello y dejó un suave beso en mis labios.

—Yo también, amor.

Nos la pasamos acostados hasta que a eso de las 2 de la tarde nos agarró hambre, así que decidimos ir a la cocina y vimos que había para hacer sanguchitos de jamón y queso.