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𝑹𝒐𝒔𝒂 𝒑𝒂𝒔𝒕𝒆𝒍 · · ─────── ·𖥸· ─────── · ·
Mateo y Francesca se encontraban en otra de las tantas discusiones que habían tenido la última la semana.
¿Por qué? La rubia desconfiaba de su morocho constantemente. Tenía sus razones, pero Mateo lo negaba a muerte.
—¡No me mientas, Mateo! —Volvió a pedir la rubia, llorando.
—No te estoy mintiendo, Francesca.
—¿Entonces qué te pasa?
—¡Que me tenés harto, Francesca! ¡Eso me pasa! ¿Feliz? —Respondió serio.
—¿En serio me decís? —Preguntó la más baja, con la voz cortada y lágrimas desbordando sus ojos verdes.
Mateo la miró indiferente, realmente no sabía en qué momento había perdido aquel amor inmenso que le tenía a su rubia, como la llamaba él.
—Sí.
—No te entiendo Mateo. Te di todo, te acompañé en todo, estuve con vos siempre ¿Y así me pagás? —Habló dolida.
—No te debo nada, lo hacías porque querías.
—Tenés razón, yo fui la boluda que siempre te apoyó, pensé que iba a ser mutuo, pero al parecer era yo sola la que amaba.
—No te confundas Francesca, yo te amé mucho.
—¿Entonces? —Preguntó. —¿Qué pasó? El amor no se va de un día para el otro —El morocho no contestó. —¿Te enamoraste de alguien más? —Hizo otra pregunta, de tan sólo pensarlo ya sentía un nudo en la garganta impresionante. —Respondeme Mateo.
—¡No! No me enamoré. Simplemente no es un momento que quiera estar en una relación.
—¿Entonces por qué decís que te tengo harto?
—¡¿Podés dejar de preguntar, Francesca?! —Gritó, sorprendiendo a la rubia.
—¡No puedo! ¡¿Sabés!? ¡Porque estoy llena de dudas! ¡Estoy llena de dudas porque de la nada me estás dejando y me hacés mierda, Mateo! ¡Por eso no puedo!
—¡¿Ves por qué digo que me tenés harto!?
La chica no aguantó más y simplemente se sentó en la cama a llorar, tanto que se ahogaba con su propio llanto.
—¿Querés saber que pasó? —Preguntó más calmado, Francesca lo miró, tenía los ojos rojos e hinchados, asintió con la cabeza ante la pregunta de chico. —De por sí no es lo mismo, te pusiste muy tóxica, a veces yo también. Reclamos continuamente. Sinceramente, no puedo seguir. Te juro que aunque no parezca, intenté salvar esto.
—¿Te puedo hacer una última pregunta? —Mateo asintió. —¿Me fuiste infiel? —Él agachó la cabeza. —Creo que no es necesario que respondas —Habló triste la ojiverde y se dirigió a la puerta de la habitación.
—Perdón, en serio. No te quise lastimar.
Ambos se quedaron viendo en silencio.
—¿Y qué? —Preguntó Francesca luego de unos silencios.
—Todo acabó —Contestó Mateo.
—No queda más... —Fue como si la chica hubiera pensado en voz alta.
—Seremos dos extraños —Afirmó el morocho.
—Yo... Te olvidaré —Dijo con dolor la chica.
—¿Me olvidarás? —Preguntó el cantante, en ese momento se arrepintió de todo lo que hizo y dijo, sintiéndose realmente culpable.
—Hasta nunca... —Finalizó la chica y salió de la habitación, para luego salir de la casa y alejarse para siempre de él.
Aunque a ella le doliera en el alma, él no la amaba como antes, y lo hacía notar. Simplemente se quedaría con lo lindo que habían pasado.
Por otro lado, Mateo se arrepentía de absolutamente todo, le dolía ya no amarla, cosa que se re planteaba si aún lo hacía o no. En el momento que la vio tan frágil y queriendo dejarlo atrás, como si fuera tan fácil, se dio cuenta que tal vez no estaba tan preparado para olvidarla como él pensaba.
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Muy cortito, pero se me acaba de ocurrir y no podía desaprovecharlo. 2 seguidos en compensa a mi ausencia JAJAJA Buenas noches gentee.
