𝟑𝟒

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𝑴𝒊𝒔𝒎𝒐𝒔 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒐𝒔(𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒕𝒓𝒆𝒔)· · ─────── ·𖥸· ─────── · ·

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𝑴𝒊𝒔𝒎𝒐𝒔 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒐𝒔
(𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒕𝒓𝒆𝒔)
· · ─────── ·𖥸· ─────── · ·

El grupo se había vuelto a juntar, ya parecían vivir todos juntos.

Esta vez, se encontraban en la casa de Moretti, ya pasando por la tardecita, donde el sol iba bajando de a poco.

En medio de su aburrimiento, decidieron jugar al fútbol en parejas, haciendo un dos contra dos.

Comenzaron a jugar en la pequeña cancha improvisada. Francesca y Mateo vs. Ludmila y Camilo.

—Gol gana y gana sigue —Avisó la rubia antes de dar el primer pase y dar comienzo al partido.

—Dale, dale. Jugá —Ordenó su amigo, mientras los demás miraban expectantes aquel juego.

Francesca se puso adelante mientras que Mateo se quedó en el arco, aunque podía salir cuando quisiera, en cambio, el otro equipo hizo al revés, la fémina en el arco y el masculino arriba.

—Te vamos a hacer el cu', Camilito —Advirtió una vez que le pasó la pelota a su novio.

Corrió apenas unos metros hacia adelante, quedando frente al arco, esperando el centro del de rulos.

—¡Largá la pelota! —Se quejó al ver que le amagaba a su amigo y no concretaba el pase hacia ella. —¡Te llega a hacer un gol por boludearlo y te cago a piñas!

Sin más, Mateo hizo lo pedido por la chica y se la pasó, pero la morocha se le había anticipado y tomó la pelota en sus manos.

—¡Pasala rápido, dale! —Gritó Camilo, por lo que Ludmila la sacó con la mano, haciendo que la pelota vaya justo a la cabeza de Moretti, pero Francesca, como medida desesperada, lo tomó del brazo y lo tiró hacia atrás, cayendo ambos al suelo. —¡No vale eso! —Se quejó al instante.

—Nunca aclaramos nada de eso —Contestó y se levantó rápido para quedar dos contra uno en el ataque.

Al no llegar, Mateo quedó en un mano a mano con la arquera, por lo que hizo un pase hacia atrás, regalándole directamente la pelota a su contrincante.

—¡Qué pase de mierda, amor! —Habló frustrada.

Camilo y Francesca estaban frente a frente, él con la pelota en sus pies, mientras que ella trataba de que no pase hacia su área.

—Hacé algo, infeliz —Reclamó al ver que solo le amagaba para cancherear que no se la podía sacar.

—¡Dale, hermano! —Esta vez reclamó Lucas, quien estaba fuera de la cancha.

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 ─𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora