𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 ─𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨

𝟑𝟐

𝑴𝒊𝒔𝒎𝒐𝒔 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒐𝒔
(𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒖𝒏𝒐)
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—Me tengo que ir, chicos —Avisó Francesca y se levantó para saludar a los pocos del grupo que habían quedado, ya que se habían ido varios.

—¿Ya? —Cuestionó Mateo, por lo que ella soltó una risita mientras saludaba a Nicolás.

—Quedamos re pocos —Explicó acercándose a él.

Posó una mano en su hombro y se acercó más para saludarse con un beso en el cachete y luego se acercó a Camilo para hacer lo mismo, sin separar su mano del cuerpo de Mateo.

En cuanto se despidió de ambos, pasó, en un movimiento rápido, suavemente su mano desde donde estaba por todo el brazo del morocho, hasta que finalmente la separó y se alejó de aquella plaza.

Aquellos actos que hacía con Mateo siempre pasaban desapercibidos, pero ella no dejaba pasar oportunidad en la que pudiera tener por lo menos un mínimo contacto físico con él.

—¿Vamos también? —Palacios le preguntó a su amigo, quien asintió rápidamente.

Saludaron en general, no como había hecho la chica que saludó uno por uno.

Caminaron algunos pasos en silencio, mientras se dirigían a la casa de Camilo, yendo bajo la oscuridad de la noche, pues ya eran más de las cuatro de la mañana.

—Che, ¿viste Fran? —Habló Camilo.

—Sí, ¿qué tiene?

—¿Sabés si está en algo? —Preguntó, haciendo que el más bajo lo mire confundido, pero rápidamente cambió su semblante para responder:

—No, ni idea. ¿Por qué preguntás?

—No sé... Está buena.

—¿Te gusta?

—Puede ser —Alzó un poco sus hombros.

—Ah —No supo qué más decir.

Se quedó algo pensativo, como si no pudiera creer lo que su amigo le había dicho; ¿a Camilo le gustaba la chica con la que él llevaba hablando algunas semanas?

No pudo hacer más que arrepentirse por no haberle contado antes, pudiendo así evitar aquella confesión.