¿De enemigos a amantes?

Tus Ojos Nunca Me Miraran...

Había pasado una semana desde lo sucedido con Konig, cuando Ghost lo golpeo. Desde lo lejos podías verlo, pero el nisiquiera te volteaba a ver, nisiquiera de reojo, era entendible, ¿a quien le gustaría que lo golpearan?, y menos si era Ghost.

Te encontrabas en tu cama leyendo, cuando escuchaste un toque en tu puerta, suspusiste qué era Ghost. Te levantaste a abrir y notaste que era Konig, el entro silenciosamente, y te miro con algo de nerviosismo.

"¿Que haces aquí?, Ghost te matara si se da cuenta"

Konig: Pero te alegra que este aquí, ¿no?

Dijo el, tu sonríeste y le diste un abrazo.

"Lamento que Ghost te haya golpeado por mi culpa"

Konig: No te disculpes, igual, valió la pena hacerlo contigo esa noche

Dijo el con una sonrisa.

"¿Aun... Aun me amas?"

Preguntase algo nerviosa, esperando su respuesta.

Konig: Siempre te he amado...

Susurro el, luego se acercó a ti, podías sentir su cálido aliento, pero en eso, la puerta sonó, era Ghost. Konig y tu estaban en pánico, no sabían que hacer, tenían miedo de que Ghost volviera a golpear a Konig. Konig sin pensarlo salió por la ventana.

Ghost: Abre la puerta...

Dijo Ghost desde el otro lado, claramente en su voz se le notaba que esta borracho.

Tu no lo hiciste, ya que no querías que hicieran algo debido a su estado de ebriedad.

Ghost: ¡Abre la puerta maldita zorra!

Grito el. Tu con algo de miedo, abriste la puerta.

Ghost: ¿Que estabas haciendo que no abrías?

Dijo el, pero antes de que respondieras, el te tiro en la cama.

Ghost: Quítate la ropa.

Hablo el, tu no querías ya que por lo borracho qué el estaba, te daba miedo el echo que hiciera algo.

Ghost: Mierda, ¡hazme caso!

Grito el, en eso, Ghost se alejo un poco y comenzó a vomitar, tu te acercarte a el para afirmarlo, ya que se estaba tambaleando. Ghost había ensuciado toda su ropa con vómito, no te quedo otro remedio que limpiarlo.

Luego de ayudarlo a bañarlo, le colocaste una polera y un short grandes que tenias en tu closet.

Ambos estaban sentados en tu cama, notaste que el rostro de Ghost tenía arrepentimiento, miedo y tristeza. Para consolarlo colocaste tu mano en su espalda y comenzaste a acariciar.

Ghost: Yo... Lamento lo que te hice pasar, no debería haber echo eso... Soy un idiota.

Te quedaste en shock ante las palabras de Ghost. Resulta que aun estaba borracho, y por eso te confesaba eso.

Tu solo guardaste silencio, te daba pena verlo así, y más aún cuando tu lo seguías amando a pesar de todo. Te acercaste a el y lo besaste, ambos sumergidos en el beso, el te rodeaba la cintura con sus brazos.

Konig, quien suspuso qué Ghost se había ido, se asomo por la ventana, y te vio besándote con Ghost, su corazón se rompió, el observaba tu rostro, en el cual te veías enamorada mientras se besaban. Allí se dio cuenta que tu no eras para el, ya que tus ojos miraban a otra persona, mientras el en sufrimiento te miraba a ti...