Libreta verde - Relatos de Seb

Espíritus

El día posterior a mi entrada por primera vez a la Otra Realidad y luego de recuperarme de la paliza que me dieron los Espectros, me dirigí al estudio donde mi maestro estaba leyendo un volumen escrito en ruso sobre técnicas neurolingüísticas.

Luego de golpear la puerta y oír la invitación a pasar, entré en la habitación y me preguntó en qué me podía ayudar.

–Te quería hacer una pregunta, en relación a lo que me sucedió ayer. ¿Los Espectros que me castigaron, son espíritus de personas o algo así?

–No, en absoluto. Tú confusión seguramente es por el nombre que se les da y por su apariencia etérea, ¿no?

–Sí.

–Estos Espectros o también llamados Torturadores, son seres de energía sin cuerpo material. En nuestro mundo estas características también las tienen los fantasmas, pero son dos cosas totalmente diferentes.

Los Espectros no son el alma de algún fallecido, son seres vivos.

–¿Puede ser entonces que la idea del espíritu errante o fantasma se un derivado de estos seres?

–Los espíritus son diferentes como te dije.

–Entonces por lo que estás diciendo existen. ¿No son solos historias para asustar?

–Claro que no, son reales, pero como todo en este mundo si no se puede medir o atrapar, no existe. ¿Nunca has oído hablar de Allan Kardec?

–Nunca.

–¿Sabes que es el espiritismo y los médiums?

–Sí, vagamente –contesté.

Oscar tranquilamente se levantó del sillón donde estaba sentado y se dirigió a la biblioteca que se encontraba a su lado.

Luego de unos segundos de búsqueda, tomó uno libro encuadernado en cuero azul y marrón.

–"El libro de los espíritus" –dijo alcanzándome el volumen para que lo tomara con mis manos–. Séptima edición traducida al español, uno de mis favoritos.

Luego de una pausa para dejar que explorara el libro, continuó.

–Durante la adolescencia estuve muy interesado sobre este tema y había escuchado a varios miembros de mi familia hablar en ocasiones sobre ello.

Cuando le conté a mi padre sobre mi interés en comenzar a estudiar sobre este tema, me dio este mismo libro que ahora tienes en tus manos.

–¿Cuál fue tu experiencia? ¿qué aprendiste?

–Piensa que vengo de una familia, en donde viajar al otro lado es algo rutinario. Mi primera entrada fue a los diecisiete años.

Cuando tomé contacto con los espiritistas, ya tenía una cierta experiencia propia en sucesos, que las personas ordinarias podrían llamar extraños o paranormales.

Me dediqué casi exclusivamente por meses a estudiar todo lo que llegaba a mis manos lo referente a este tema. Se podría decir que era un teórico, pero sin experiencia de campo.

–¿Por qué te había interesado el espiritismo?

–Creía que podía llegar a contactar a los espíritus y ellos ayudarnos en nuestra búsqueda.

–¿Anteriormente nadie lo hizo con este propósito?

–Claro que sí, pero nadie había obtenido los resultados esperados y como joven orgulloso que era, sostenía que se habían equivocado en su implementación.

Cuando finalicé de estudiar todo lo que estuvo a mi alcance, decidí contactar a diferentes médiums para trabajar con ellos. Luego de realizar muchas sesiones espiritistas y no obtener los resultados esperados, tomé rumbo a Brasil.