—¿Él o yo?— soltó finalmente mirando fijamente a la castaña frente a ella.
El silencio inundó la diminuta habitación en la que estaban ambas chicas. Ari abrió sus ojos a la par, sorprendida por dicha pregunta.
—¿Él o yo?— repitió nuevamente Rivers, mirando a la castaña fijamente a los ojos. Ari pudo ver el dolor reflejado en los avellanas.
—No me hagas elegir entre él y tú, Samy.— murmuró Ari entrecortadamente, sintiendo que las lágrimas comenzaban a amenazar con salir.
—¿Por qué?, ¿Lo eliges a él?— cuestionó la ojicafé obligándose a tragar en nudo en su garganta.
Ari negó rápidamente.
—No, tú sabes perfectamente que te elijo a ti antes que a cualquiera.— afirmó sin dudarlo.
Rivers se quedó perpleja,
¿Era real lo que había escuchado?
¿En verdad Ari la elegía a ella y no a Juan?
Y como si Ari leyera sus pensamientos se acercó a ella tomando tiernamente sus mejillas entre sus manos.
—¿Q-qué?— tartamudeó Rivers aún sin creer lo que había escuchado.
—Que te elijo a ti, Rivis. Y tal vez sea muy pronto, pero mi corazón me exige decirte que te amo, Samantha Rivera.— respondió Ari descendiendo sus manos hasta la pequeña cintura de la rubia.
Rivers sonrió aún con las lágrimas resbalando por sus mejillas.
—Eres mi persona, Abril Garza.— murmuró la ojicafé cerrando los ojos al sentir el aliento caliente de Ari chocar contra sus labios. Finalmente las pequeñas manos que rodeaban su cintura la atrajeron al cuerpo ajeno, uniendo sus labios en un beso lento, sin prisas. Sus labios se movían con lentitud, saboreandose los unos a los otros, por instinto una de las manos de Rivers subió hasta la cabeza de Ari y sus dedos se enterraron entre sus cabellos castaños. Ari suspiró en medio del beso y finalmente su lengua tocó las comisuras de los labios de Rivers, pidiendo permiso para profundizar el beso. Ambas lenguas danzaron en sincronía, deseando que aquel contacto no terminara nunca, sin embargo, terminaron separándose a causa de la falta de oxígeno.
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He not me [rivari] 2.0
Short Story-¡Juan no tiene nada que ver en esto, Rivers!- gritó Ari con desespero, sus manos temblaban casi al igual que su voz. -Puedes defenderlo cuanto quieras, pero cariño él no es yo.- respondió Rivers con voz firme. Ola esta historia la leyeron en su ver...