Yo te defiendo (6)

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- ¿Quieres jugar?-Pregunte a Wanda. Nos encontrabamos en el patio del lugar.

- Esta bien.-Respondió.- ¿A qué?

- Mh...-Pensé.-Una pelota, podemos usarla.

- Ok.
Camine hacia el rojo balón para tomarlo y lanzarselo a mi hermana, ella lo atrapó y me lo lanzó de vuelta. Estuvimos así un rato. Luego decidimos jugar fútbol.
Corrí y patee la pelota fuertemente.

- ¡Gol!-Exclame.

- ¡Si!
Abraze a mi hermana por el aire. Ella era más baja que yo.

- ¿Seguimos jugando?

- Si.

- De acuerdo.-Posicione la esfera en el piso.- ¿Quieres intentar?

- Pero soy muy mala.

- Nadie es malo en algo hasta que no lo intente.

- Mh...supongo que tienes razón.-Dijo más confiada parándose frente al balón, respiro y pateó. Bueno digamos, que no fue el mejor tiro de la historia.

- ¡Oh!
La pelota quedó atascada en las ramas de un árbol.

- Lo siento.-Dijo avergonzada.

- Tratare de bajarla.-Trote hacia el árbol y comencé a moverlo para luego patearlo, la esfera cayó.

- Pietro eres el mejor.
Sonreí y le entregue el balón.

- ¡Hey!-Alguien llamo su atención.
Gire mi cuello y era un niño.- Denos el balón.

- ¿Por qué?-Pregunte.

- Porque queremos usarlo, ¿para qué más?

- Pero nosotros estamos jugando con el.

- No me importa. Yo lo quiero.
Mire a Wanda, ella quería seguir jugando. Estaba relajada y no le arrebataria esa tranquilidad.

- No.

- ¿Qué has dicho?

- Que no. Sordo.-Murmure lo ultimo.

- No te pregunte, ahora damelo.-Dijo acercándose.

- Espera tu turno. Todos tenemos derecho.

- De acuedo, entonces ahora yo tengo el derecho de jugar con el.-Se aproximó a Wanda.- Dame eso niña.-Se lo quito de sus manos. Eso me molesto.

- ¡No puedes hacer eso!-Exclame.

- Derechos tonto.-Me empujó.

- ¡Pietro!-Dijo Wanda.

- Un momento Malcom.-Dijo otro niño.- Son los que dicen que los vengadores no son héroes.

- ¿Ellos dicen eso?

- Si.

- Que tontos.-Me empujó nuevamente.

- Para.

- ¿O sino qué?

- Termina, no quiero pelear contigo, solo llevate la pelota y todo arreglado.

- No, se me han quitado las ganas pensándolo bien.-Dijo.- Quiero jugar contigo ahora.-Esbozo una sonrisa malévola y me empujó. No hice nada. Otra vez me empujó y otra vez. No quería que Wanda viera esto, sin embargo luego ella se acercó y le empujó.

- Deja en paz a mi hermano.-Dijo con el ceño fruncido.

- Oh, una niña ruda.-Sonrió mal.- Ya quítate.-La empujó. Eso ya me superó y lo empuje.- Sacaste las garras, ¿eh?

- No la toques.

- Lo hare.-Me desafío y la empujó otra vez.

- ¡Te he dicho que no!-Lo empuje fuertemente haciendo que se cayera al suelo.- Vamos Wanda.

- De acuerdo.
Cuando caminábamos, el otra vez me empujó haciendo que cayera de pecho. Nunca fui violento pero esto...me levante y lo empuje, luego el a mi y así sucesivamente hasta que se puso encima mío y me golpeó.

- ¡Pietro!-Exclamó Wanda.

- Todo bien. No pienses que dejare esto así.-Di vuelta al chico y yo también lo golpee en su mejilla izquierda. Mis nudillos dolían. Esto comenzó a ser una guerra de golpes, giros y empujones, sentí un líquido bajar por mi nariz y el por su labio.

- ¡Mocha, mocha, mocha!-Gritaban sus amigos.- ¡Vamos Malcom!

- ¡Pietro basta!-Por parte de Wanda. Y eso intentaba pero no me dejaba.
Me empezó a pegar en mi rostro tres veces seguidas, después muy enojado le di vuelta y yo a el.

- ¡¿Qué está pasando aquí?!-La voz de Lucy. Estamos en problemas.- ¡Separense!
Eso hice yo, sin embargo el no quería soltarme.- ¡Macolm sueltalo!

- ¡No!.-Gruño.
Lograron zafarlo.

- ¿Y ustedes par de tontos no me avisaron?-Pregunto indignada a los demás niños.

- Lo lamentamos Lucy.-Mintieron al unísono.

- Ahora a la oficina de la directora.-Dijo molesta.- ¡Rápido!

LOS GEMELOS: ◆THE MAXIMOFF◆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora