- ¿Quieres jugar?-Pregunte a Wanda. Nos encontrabamos en el patio del lugar.- Esta bien.-Respondió.- ¿A qué?
- Mh...-Pensé.-Una pelota, podemos usarla.
- Ok.
Camine hacia el rojo balón para tomarlo y lanzarselo a mi hermana, ella lo atrapó y me lo lanzó de vuelta. Estuvimos así un rato. Luego decidimos jugar fútbol.
Corrí y patee la pelota fuertemente.- ¡Gol!-Exclame.
- ¡Si!
Abraze a mi hermana por el aire. Ella era más baja que yo.- ¿Seguimos jugando?
- Si.
- De acuerdo.-Posicione la esfera en el piso.- ¿Quieres intentar?
- Pero soy muy mala.
- Nadie es malo en algo hasta que no lo intente.
- Mh...supongo que tienes razón.-Dijo más confiada parándose frente al balón, respiro y pateó. Bueno digamos, que no fue el mejor tiro de la historia.
- ¡Oh!
La pelota quedó atascada en las ramas de un árbol.- Lo siento.-Dijo avergonzada.
- Tratare de bajarla.-Trote hacia el árbol y comencé a moverlo para luego patearlo, la esfera cayó.
- Pietro eres el mejor.
Sonreí y le entregue el balón.- ¡Hey!-Alguien llamo su atención.
Gire mi cuello y era un niño.- Denos el balón.- ¿Por qué?-Pregunte.
- Porque queremos usarlo, ¿para qué más?
- Pero nosotros estamos jugando con el.
- No me importa. Yo lo quiero.
Mire a Wanda, ella quería seguir jugando. Estaba relajada y no le arrebataria esa tranquilidad.- No.
- ¿Qué has dicho?
- Que no. Sordo.-Murmure lo ultimo.
- No te pregunte, ahora damelo.-Dijo acercándose.
- Espera tu turno. Todos tenemos derecho.
- De acuedo, entonces ahora yo tengo el derecho de jugar con el.-Se aproximó a Wanda.- Dame eso niña.-Se lo quito de sus manos. Eso me molesto.
- ¡No puedes hacer eso!-Exclame.
- Derechos tonto.-Me empujó.
- ¡Pietro!-Dijo Wanda.
- Un momento Malcom.-Dijo otro niño.- Son los que dicen que los vengadores no son héroes.
- ¿Ellos dicen eso?
- Si.
- Que tontos.-Me empujó nuevamente.
- Para.
- ¿O sino qué?
- Termina, no quiero pelear contigo, solo llevate la pelota y todo arreglado.
- No, se me han quitado las ganas pensándolo bien.-Dijo.- Quiero jugar contigo ahora.-Esbozo una sonrisa malévola y me empujó. No hice nada. Otra vez me empujó y otra vez. No quería que Wanda viera esto, sin embargo luego ella se acercó y le empujó.
- Deja en paz a mi hermano.-Dijo con el ceño fruncido.
- Oh, una niña ruda.-Sonrió mal.- Ya quítate.-La empujó. Eso ya me superó y lo empuje.- Sacaste las garras, ¿eh?
- No la toques.
- Lo hare.-Me desafío y la empujó otra vez.
- ¡Te he dicho que no!-Lo empuje fuertemente haciendo que se cayera al suelo.- Vamos Wanda.
- De acuerdo.
Cuando caminábamos, el otra vez me empujó haciendo que cayera de pecho. Nunca fui violento pero esto...me levante y lo empuje, luego el a mi y así sucesivamente hasta que se puso encima mío y me golpeó.- ¡Pietro!-Exclamó Wanda.
- Todo bien. No pienses que dejare esto así.-Di vuelta al chico y yo también lo golpee en su mejilla izquierda. Mis nudillos dolían. Esto comenzó a ser una guerra de golpes, giros y empujones, sentí un líquido bajar por mi nariz y el por su labio.
- ¡Mocha, mocha, mocha!-Gritaban sus amigos.- ¡Vamos Malcom!
- ¡Pietro basta!-Por parte de Wanda. Y eso intentaba pero no me dejaba.
Me empezó a pegar en mi rostro tres veces seguidas, después muy enojado le di vuelta y yo a el.- ¡¿Qué está pasando aquí?!-La voz de Lucy. Estamos en problemas.- ¡Separense!
Eso hice yo, sin embargo el no quería soltarme.- ¡Macolm sueltalo!- ¡No!.-Gruño.
Lograron zafarlo.- ¿Y ustedes par de tontos no me avisaron?-Pregunto indignada a los demás niños.
- Lo lamentamos Lucy.-Mintieron al unísono.
- Ahora a la oficina de la directora.-Dijo molesta.- ¡Rápido!
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LOS GEMELOS: ◆THE MAXIMOFF◆
Fiksi PenggemarEsta novela se basara en la vida de los gemelos Maximoff después del incidente y antes de conocer a los vengadores cara a cara. 100% mi imaginación. \No spoilers/