Capitulo 8

4 7 0
                                    

Narra Ana

Al día siguiente me levanto de la cama como un rayo, me he quedado dormida y como no me apresure llegaré tarde a clases. Menos mal que ayer prepare la ropa para hoy porque si no llego tarde seguro.

Preparo rápidamente la bolsa con los libros y salgo a desayunar algo rápido. Una vez en la cafetería veo que mis amigos ya casi han acabado. Me tomo el café a todo correr y me guardo unas galletas para más tarde.

Salimos todos juntos en dirección a la universidad. Todos están pendientes de lo que Rose está hablando. Les está contando a los que no estuvieron ayer, lo emocionante que estuvo la escapada que tuvimos ayer con los chicos del equipo. Al que no le parece divertir mucho lo que nuestra amiga está contando es a Tomás. Supongo que verá a Fernando como una amenaza y lo que está contando Rose no es de mucha ayuda. 

Al llegar a la universidad cada uno nos dirigimos a nuestras respectivas clases. La verdad es que agradezco mucho que Tomás no estuviera ayer con nosotras. Aunque no seamos nada, seguro que me saldría con sus celos y cuando se pone así no hay quien le aguante.

Las clases transcurren sin ninguna novedad. En la hora de la comida nos volvemos a reunir todos en los pasillos y nos vamos a comer algo en una cafetería que está cerca del campus. Por la tarde solo tenemos dos clases donde la asistencia es opcional, por lo que Tomás y Amaia deciden irse a la residencia y estudiar un poco.

Rose y yo volvemos a la universidad después de despedirnos de nuestros amigos. Entramos en clase y nos sentamos en la última fila, intentando pasar desapercibidas.  En medio de la clase, mi teléfono empieza a vibrar y veo que me acaba de llegar un mensaje.

Leo el mensaje intentando disimular un poco. Al ver que es de Fernando no puedo ocultar la sonrisa de boba que se me ha formado en la cara. Mi amiga me pregunta quién es y yo solo le hago una seña con la mano para que espere un poco mientas que yo contesto al mensaje.

Fernando: ¡Hola Ana! ¿A qué hora sales de clases?

                                                                                              Ana: Hola Fernando, salgo a las 4.00pm

Fernando: Muy bien, ¿Te parece si voy a buscarte y tomamos algo?

                                                                                                Ana: Si claro, te espero en la salida.

Me guardo el móvil, y le digo a mi amiga que acabo de quedar con Fernando para tomar algo. Intento en vano atender a las explicaciones del profesor. En estos momentos solo puedo pensar en una cosa, ¡Fernando!

Al finalizar las clases. Me despido de Rose y salgo corriendo hacia la entrada. Cuando llego me encuentro a Fernando apoyado en el coche. No puedo negar que se ve muy guapo ahí parado. Las chicas del campus se quedan embobadas mirándolo ahí parado y la verdad es que no me extraña, esta para cogerlo y no soltarlo nunca.

Me acerco a él y le doy un beso en la mejilla, y luego me subo al coche bajo la atenta mirada de todas las chicas que están a nuestro alrededor.

Fernando enciende el coche y nos dirigimos al Parque Güell. Cuando llegamos, Fernando aparca el coche y nos bajamos. Veo una heladería y decidimos comprar un helado y dar un paseo. Como Fernando lleva viviendo más tiempo que yo en Barcelona, me hace de guía. Después de tanto caminar, decidimos sentarnos en un banco.

-- Tengo que reconocer de hace mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien – me dice Fernando sonriendo.

-- Lo mismo digo – confieso – no me divierto de esta manera desde

Mi corazón siempre supo que serias túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora