Día 1 Hilo rojo/Solangelo

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Nico mejor conocido por todo el Santuario como Vásilias Fántasmas, regresaba agotado de una misión en las profundidades de un bosque en China occidental. Habían estado pasando cosas sobrenaturales y sin explicación alguna. Por eso el Patriarca decidió mandarlo a él, el único con con conexión con el Monte Yomotsu y conocimientos necromanticos al servicio de Athena y la justicia.

-Pero nunca imagine que arrojaría dos semanas de mi vida en ese pseudo Inframundo- susurro subiendo con pesadez los escalones de la novena casa, la Casa de Sagitario-Estoy molido- 

Daría su reporte y buenas noches. No daría señal de vida hasta dentro de tres o cuatro días.

Entonces una brillante luz empezó a salir del noveno templo.-¿huh?-

-¡Nico! ¡Has vuelto!- exclamó el guardián del Noveno Templo Zodiacal, Willian "Will" de Sagitario. Su cuerpo emitía luz de forma natural y su sonrisa brillaba como nada en este mundo. A los ojos del canceriano Will tenía la sonrisa más hermosa del mundo.

-Hola Will, permiso para pasar por tu templo- saludo con una involuntaria sonrisa el de cabellos azabaches.

Con una risilla Will se acercó a comprobar el estado de Vásilias Fántasmas. Usando su cosmo curo moretones y raspones y alejó momentáneamente el cansancio y agotamiento del cuarto custodio.-Concedido el permiso para pasar. Pero quiero que estés en cama al menos una semana. Estás hecho polvo- ordenó haciéndose a un lado.

Nico abrió la boca para protestar, pero Will lo calló poniendo un dedo sobre sus labios.-Shh, sin peros. Ordenes del médico- Nico hace mala cara antes de asentir.

-Ok- suspira

Will vuelve a sonreír y aleja su dedo. Y se despide emprendiendo camino casa abajo, a entrenar a su pequeña y muy hiperactiva estudiante Thalía.

Nico sin saber porqué se lleva la mano a los labios, extrañando el calor que antes estuvo posado allí. Con un suspiro y culpando al agotamiento mental se dispuso a subir las escaleras y llegar rápidamente al Salón del Trono.

-Patriarca, Vásilias Fántasmas ha vuel...- al entrar en aquel gran salón, este estaba vacío, pero aún así sentía el cosmos de su Ilustrísima en él.-¿Maestro?- llamó mirando hacia los lados.

-¡En la biblioteca Nico!- llamó la voz masculina desde algún rincón.

Con paso tranquilo Nico se dirigió a la biblioteca privada del Patriarca, a la cual solo este tiene derecho entrar... Bueno él y uno que otro Dorado. Al llegar vio a su maestro rodeado hasta la cintura de libros.

-¿Maestro?- preguntó interrogante.

-¡Ah, Nico, bienvenido de vuelta!- saludo el hombre en la oscuridad de la biblioteca-¿Cómo te fue?-

-Bien. Me tarde dos semanas, pero todo salió bien. En breve ele entrego los detalles por escrito-

-Bien, bien. Oye Nico... ¿Me ayudarías con un pequeño experimento?-

Nico arqueo una ceja interrogante-¿Un experimento?-

-Si. Verás hay un papiro con una inscripción interesante, pero a mis ojos estupida y sin sentido. Por eso quiero ver si vale la pena conservarlo o lo destruyo sin más- Nico pensó en sus palabras un momento antes de encogerse de hombros.

-Ok, no pierdo nada con eso-

-¡Genial! Vamos al salón-

Ambos se dirigieron al gran salón y el Patriarca empezó a recitar unas palabras en un idioma desconocido para el italiano. Una fuerte brisa abrió de par en par las pesadas puertas de la Cámara del Patriarca, para sorpresa de los dos. Un brillo rojizo cegador empezó a posarse en la mano de Nico y fue aumentado hasta transformarse en un fino hilo rojo que salió disparado tras las puertas.

-Okey. ¡¿Qué carajos acaba de pasar?!- Nico no chilló, eso seria indigno de él, solo su voz se tornó un poco más aguda. Solo eso.

-¡Nico ¿Qué estás esperando?! ¡Ve tras el hilo!- exclama el Patriarca de lo más emocionado.

-¡¿Qué?!- 

-¡Es el hilo rojo del destino! ¡Te va a llevar hasta la persona destinada a ti! ¡Puede que sea Will!-

-¡Deje de decir tonterías Maestro! ¡El hilo rojo es un mito! ¡Un cuento! ¡Y a mi no me gusta Willian!-

-Yo nunca dije nada de gustar- canturreó burlón.

-¡Maestro!- se queja completamente rojo.

Entonces un sonido empezó a escucharse en la distancia, alertando a maestro y alumno.

-Neeks, ¿oyes eso?-

-Si... suena como... un grito-

Ambos se quedaron en silencio, apreciando que el grito iba subiendo de intensidad.

-Oye... ¿No es la voz de Will?-

-¿Eh?- 

Nico volteó a ver a la puerta y efectivamente, Will venía volando con la armadura puesta. Jalado con fuerza por un hilo rojo en su meñique.

-¿Pero qué- Nico no tuvo tiempo de nada, ya que Will se estrelló contra el con fuerza. Chocando sus labios con fuerza. Nico se sintió en el cielo.

-¡Lo sabía! ¡Nico y Will son almas gemelas destinadas desde la era mitológica!- celebraba el Patriarca completamente feliz.

-¡Patriarca lo hicimos! ¡Lo hicimos!- celebraba la pequeña niña entrando a la Cámara-¡Hicimos canon el Solangelo!-

-¡Yey!- ambos chocaron las manos.

-...-

-¿Te parece ir a un café y hablar?- dijo Will con el rostro oculto en el pecho de Nico.

-Claro-

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 Chan chan!!!!

Les gusto? A mi si!!!

Fantober Demigod!! Versión Saint SeiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora