Día 5: Propuesta de matrimonio a la antigua

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Kiki se encontraba revisando unos papeles en su despacho cuándo una presencia apareció de la nada en medio de su despacho.

-Oh Nico. ¿Cómo estás? ¿Que pasa que vienes a esta hora?- preguntó dejando de lado los papeles.

-Maestro... ¿Cómo se pide matrimonio al estilo de la antigua Grecia?- preguntó el niño con las mejillas sonrojadas.

Kiki se ahogó con su propia saliva. Eso era algo que no se esperaba. Nico se apresuró a golpearle la espalda para evitar quedar huérfano nuevamente.

-Ya ¿pero qué dije o qué?-se quejó el pequeño italiano acariciando la espalda del Patriarca en circulos relajantes.

-¡Nico eres muy pequeño para andar preguntando esas cosas!- regaña el lemuriano disminuyendo la tos.

-¡No soy tan pequeño!- dice indignado cruzándose de brazos-Tengo diez años-

-¡Por eso! ¡Aún eres un niño!- 

-¡Las novelas turcas que usted ve dicen que para el amor no hay edad! ¡Hurrem era más joven que el Sultán!- ante lo dicho a Kiki se le subieron los colores a la cara. Su maestro le había advertido que su afición a las telenovelas le iba a traer problemas. Y él no hizo caso.

-¡Eso es ficción!-

-¡No era ficción cuando usted lloraba a mares por la protagonista de esa novela brasileña!-

-¡Ese no es el punto aquí!- 

-¡Yo quiero saber cómo pedirle matrimonio al que me gusta! ¡¿Qué tiene eso de malo?!-

Kiki suspiró hondo para calmarse. El no llegó a pensar que terminaría discutiendo con su alumno sobre la edad para el matrimonio o para un noviazgo cuando se levantó.

Con una sonrisa afectuosa y brillante Kiki recarga su cabeza contra su mano y mira con picardía al cangrejo espectral.

-¿Y puedo saber a quién le vas a pedir matrimonio?- pregunta divertido al notar como su alumno se pone del color de un rubí-¿Es Will?- ríe encantado al verlo aún más rojo.

-Bu... bueno... si-si e-es Willian. - tartamudea rojo como una remolacha.

-Umm- deja escapar completamente divertido.

-Por eso quiero pedirle matrimonio cómo lo hacían en la antigua Grecia. Ya sabe Will es griego- 

Kiki se aguantó las ganas de decirle que Will no era ni remotamente griego si no que un orgulloso texano estadounidense. Pero estaba demasiado enternecido que no valía la pena destruir las ilusiones de su alumno.

-Okey, okey. Mira lo que debes hacer es...- 

☀️

Will no entendía porqué de la nada Nico o Vásilias Fántasmas como se autonombro al momento de conseguir su armadura se la pasaba aventándole manzanas cada vez que lo veía.

Y cuando no las agarraba o no se las comía parecía furioso y a la vez sumamente triste y lastimado. Y de un momento para el otro empezó a evitarlo y a mirarlo feo cada vez que se encontraban.

Cuando fue a decirle sus preocupaciones al patriarca este con mirada entre divertida y exasperada le dijo que hablara directamente con Nico.

Por eso estaba delante del cuarto templo tan tarde en la noche. De los Doce de Oro, solo Percy, Annabeth, Clarisse, los Stoll, Nico y él habían conseguido sus armaduras. Los demás estaban todavía en entrenamiento. Solo él y Nico habían entrenado en el Santuario. Los demás estaban en otros campos de entrenamiento. Aunque los Stoll fueron los primeros en conseguir armadura a una edad temprana. Pero Nico y él se habían echo amigos muy rápido.

Fantober Demigod!! Versión Saint SeiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora