4. Dulce tentación

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BeomGyu pasaba rápidamente por las calles, sobrepasando, teniendo esa asquerosa sensación en su estómago, que no le permitía ni respirar correctamente.

Siguió caminando de ese modo un rato más, hasta alejarse unas ocho cuadras de su edificio, hasta que se dió cuenta que esa sensación que tanta molestia le causaba era señal de hambre.

Pues ahora que lo recuerda, dejo su hamburguesa casi intacta, no había comido menos de la mitad de esa cosa.

Para su suerte, justo enfrente se encontraba una tienda de convivencia, sin pensarlo mucho, entro, tomo un jugo de manzana y un pastel de zanahoria, pago todo y se dispuso a comer.

Aún tenía ese amargo sabor de aquella discusión que tuvo con su pareja. Tal vez muchos piensen que es una total idiotez armar una pelea por necesidad sexual, pero para nuestro protagonista no era una idiotez.

Trato de alejar esas ideas, quería comer tranquilo, teniendo presente ahora el pensamiento de por qué ese pastel sabía tan raro, debía ser quizás por qué se encontraba refrigerado.

Ese pensamiento paso a segundo plano luego de que dos chicas pasarán a sentarse a sus espaldas y pensaran a hablar, mientras tomaban un café helado y unos postres.

—Ya sabes cómo es, me cuesta decirle que no—dijo la chica de cabello rojo lacio.

—Pero aún así, si dice amarte como tanto te lo repite, debería entender como te sientes—la otra chica de cabello corto parecía estar muy molesta, todo esto se notaba en su tono de voz.

—Es complicado, Ahyla.

—¡Claro que no es complicado! ¿No puede estar sin ponerla un solo día? Ay por favor, Yujin, tu bien sabes que ese chico no piensa con la cabeza de arriba.

—Debes entenderlo, actualmente una vida sexual activa es lo que todos quieren.

—Claro que lo entiendo, ¿Pero para llegar al punto de priorizar tu vida sexual con tu pareja antes que su relación? Ahí no es, linda.

—Tu más que nadie sabes lo importante que es el sexo en la vida.

—La diferencia de esto, es que yo no tengo un novio calenturiento al cual este atada.

—Solo es algo hormonal.

—Yujin, es un hombre de 26 años, no un puerto de 15, además, llegar de la oficina directamente a querer tirar, ¿Eso no te deja un mal sabor de boca?

—En su momento...

—Yo se que sigues en ese momento.

—Por supuesto que no—nego rápidamente, pero, dejando que su nerviosismo la delate, dejando a la de cabello corto algo insegura de su respuesta.

—En mi país esto de solucionaría de otra forma.

—Me da algo de miedo saber cómo.

Ambas rieron y se levantaron, sin darse cuenta, BeomGyu había acabado de comer todo ese pastel de zanahoria con gusto extraño, tiro las embolruras y se dirigió nuevamente a la calle, dispuesto a llegar a su departamento.

En el camino se fue pensando.

Al parecer sus problemas sexuales no eran tan malos después de todo, sentía lastima por la tal Yujin, tenía un novio adicto al sexo y a ella no le gustaba eso.

Se dió cuenta que no todas las personas tenían esa necesidad de follar con cada cosa que esté en frente, dando por hecho de que quizás había algo malo en el.

Queriendo apresurar las cosas con YeonJun, se dió cuenta que no era su momento, tal vez ni siquiera estaba cerca de ello.

Ahora solo quería llegar a su departamento, abrazar a su novio y que le diera mimos toda la noche hasta caer dormido junto a el, sin importar lo que pasaría mañana o pasado o en mil años más, el solo quería estar bien con su novio.

Cuando llegó a la puerta del departamento, dudo un poco en tocar, suspiro pesadamente, recostando su frente en la fría madera de la puerta frente a el.

Eso llegó a su fin cuando aquella puerta se abrió, dejando que BeomGyu fuera hacia delante, su rostro chocando con el fornido pecho de su novio, quien no dudo de armar un abrazo, enredando sus brazos en la cintura del más bajo con cierta fuerza.

El solo pudo reforzar aún más el abrazo, pasando sus brazos por el cuello del más alto, dejando que su respiración chocará con el cuello contrario, haciendo todo aún más íntimo.

YeonJun solo pudo cerrar la puerta y mirar abajo, encontrándose con la suave cabellera de su pareja.

Dejo un beso en esta, dando como resultado que un BeomGyu todo sonrojado y con los ojos llorosos lo mirarán fijamente, sintiendo un apretón  en su corazón.

—Fueron los cuarenta minutos más largos de mi vida...

BeomGyu se permitió dejar salir sus lágrimas, abrazando aún más fuerte el cuello de su novio, sintiendo aún más la calidez de su anatomía.

—Y-yo, pensé mucho en ti cuando estuve afuera, solo quería llegar a casa y que me ahigaras con tu cariño.

—Precioso, no sabes cuánto me gustaría hacer eso.

Justo cuando YeonJun iba a llevar al menos al gran mueble del living, BeomGyu decide hablar y detener todo.

—Espera Yeon.

YeonJun para todo en seco, pensando que quizás tomo una acción equivocada.

—Queria pedirte perdón... si quizás te hice sentir presionado con el tema del sexo, solo que, me hacía sentir tan frustrado saber que soy el único de mi círculo social que aún no ah tenido su primera vez...

El más alto solo pudo sonreír, le causaba tanta ternura ver a su novio disculparse por algo así.

¡Alguien que atrapé a YeonJun!, se va desmayar de tanta dulzura, pero claro, es el efecto BeomGyu.

—Tranquilo mi amor, no es tu culpa mi rey, también en parte es mía, no debí mentirte diciendo que no habia tenido mi primera vez, pero, te juro que todas esas veces ya no importan, yo solo quiero hacer eso contigo, y contarlo como mi primera vez, así que, entiendo tu frustración, bebé.

BeomGyu sonrió un seco sus lágrimas, sintiéndose profundamente tranquilo.

—Ahora quiero que vayas a lavarte esa perfecta carita y te coloques un pijama cómodo, es un poco tarde y tal parece alguien quiere una sesión de mimos antes de dormir, ¿Si? Ve primero, tengo que lavar los platos.

BeomGyu asintió rápidamente y fue a hacer lo que su pareja le dijo.

Se puso algo muy cómodo, una camiseta holgada y para la parte de abajo, únicamente su ropa interior, que eran unos lindos boxers color amarillo pastel que casualmente le quedaban un poco pequeños, lavo su rostro, cepillo sus dientes y su cabello.

Se sentó en la cama matrimonial que ambos compartían mientras aplicaba su crema corporal favorita, eso era parte de su rutina de noche.

Tomo su celular y se dispuso a revisar este, adoptando una pose un poco comprometedora.

Luego de un rato llego YeonJun, que al darse cuenta de la forma en la que se encontraba vestido su novio y también ver el como estaba posicionado, le hizo soltar unas breves palabras.

—Jodida madre santísima.

BeomGyu, mañana esto te va doler.

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Oal familia, ya que cumplieron la meta de votos, aquí les traigo el nuevo capítulo.

En lo personal, es el que más me gustó hasta el momento, me entretuve mucho escribiéndolo y siento que no quedo para nada mal ni aburrido.

Pero como much@s de ustedes ya lo estaban esperando, ya viene lo smut muejejeje 🐢

20 votos para nueva actualización.

No olviden votar y comentar este capítulo :P

Porfis comunicar si hay alguna falla ortográfica o gramatical, se los agradecería muchísimo 💓









Gyu is a virgin • YeonGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora