𝗳𝗶𝗻gir ── warren x layla

12 : sentimientos divididos

la escuchó quejarse pero esté la ignoró mientras seguía limpiando los pequeños raspones en la piel ajena. había uno que otro hematoma por ahí, pero él sabía que no tardarían en sanar.

su ceño estaba fruncido, y aunque trataba de prestarle atención a lo que layla estaba murmurando sobre la película de esos enanos azules que le daban algo de miedo, él simplemente no tenía cabeza para la voz dulce de su novia. más bien, estaba tratando de mostrarle que él quería cuidarla. que él podía amarla y que no saldría herida.

que él no le haría daño.

tal vez se trataba de una herida superficial, pero él en su interior sentía que había fallado por ir pensando en maneras de demostrarle lo mucho que la quería, aunque sonara muy romántico, o como él diría, muy layla.

pero quería que ella viera que valía la pena estar con él. porque para él todo esto era como un cuento que jamás pensó en tener.

warren trataba de entregar el mismo amor que layla le daba, pero a veces le parecía que daba tan poco, que ella es la que estaba haciendo todo por ambos cuando él solamente estaba recibiendo.

y no era así, él también estaba poniendo... aunque fuese tan pobre que ni siquiera se notara.

¿decirle a sus amigos lo suyo? layla.

¿hablar con will? layla.

¿planear las salidas? layla.

¿dar el primer paso? layla.

¿confesarse? layla.

sentía que ella no debería haberlo hecho, que él debió haber sido el que diera esos pasos. pero por otro lado, se sentía tan bien que fuera ella quien hiciera las cosas con las cual él dudaría. con las cual él tenía miedo.

no quería decirlo en voz alta, pero a veces le da miedo hacer algo y sentir que iba apresurado, que no estaba pensando en la otra persona sino en sí mismo. hasta que se dio cuenta que ella va a su ritmo, pero a ella no le da pena demostrarlo.

y él quiere ser valiente y demostrárselo, demostrarle que no está en un error al salir con él. que no se equivocó en elegirlo a él y no a will.

— ¿en qué piensas tanto? — los dedos largos de la chica se pasearon por el cuero cabelludo de warren. ella tenía rato que había dejado de hablar dándose cuenta que él estaba sumergido en sus pensamientos. — si es por lo de la pierna ya déjalo, fue un accidente que le puede suceder a cualquiera.

él suspiró de forma pesada. — aún me siento culpable.

— pero no lo eres.

— si– pero, no siento que– no sé cómo explicarlo. — se detuvo, sentándose en la mesita de la sala, aún seguía viendo el raspón rojizo con manchas café a causa del antiséptico. volvió a suspirar y ahora la miró. — es que siento que no doy lo que tú das por mí, y quizás no tiene nada que ver una cosa con la otra pero mi cabeza las tiene relacionadas, por lo que, es eso, me siento un estúpido porque tú das todo y yo apenas y muevo un dedo y ya la estoy cagando.

ella ladeó la cabeza y asintió. de la misma forma no mencionó nada, sólo se quedó ahí viendo los ojos del muchacho de cabello largo que esperaba algo.

estaba desesperado. todo esto lo seguía abrumando.

— ¿no lo entiendes? — siguió él, con miedo de haberlo arruinado. quizás no lo demostraba del todo, quizás tampoco dejaba que su cara demostrara cómo se sentía. pero eso no significaba que no le doliera.

— lo entiendo, pero no te das cuenta de que tú también haces cosas por mí; aceptaste un juego en el que ambos sabíamos que podríamos hacernos daño. siempre me has cuidado de la forma más desinteresada que puede haber, estabas dispuesto a seguir aquí aunque nuestros sentimientos no fueran correspondidos... te quedaste conmigo siempre que estuve mal, me escuchaste, me apoyaste–

— lo que cualquier persona hubiera hecho.

ella negó. — no importa si alguien más lo pudo haber hecho, lo hiciste tú, ¿por qué no puedo estar agradecida o sentir que eso fue algo valioso? — él calló. — si lo que te digo no hace cambiar tu perspectiva hacia lo que sientes, entonces haz algo tú, — ella le sonrió, tomando la mano del pelinegro mientras la entrelazaba con sus dedos. — haz lo que desees para que puedas sentirte mejor; pero no te haga responsable de cosas que tú no puedes evitar.

quizás estaba siendo repetitiva, pero no sabía de qué otra forma hacerle ver a warren que son un equipo, que ambos aportan, aunque él no se dé cuenta de las pequeñas cosas.