O2 : me siento tan bien pero tan confundida

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a veces a layla se le hacía fácil ir al patio de la escuela y esconderse entre las ramas, recostaba su cuerpo en el pasto y solo se quedaba a ver cómo las mariposas volaban de un lado a otro. le parecía mejor enfocarse en la belleza de la naturaleza antes de pensar en los problemas que ella traía. sabía que debía hablar con will sobre cómo se sentía anteriormente, y no es que el otro debiera saberlo, era más bien para liberarse de ese peso.

en estos días se había sentido cansada, un poco asustada por todo lo que estaba sucediendo, es decir, ¿cómo es qué pasó de sentirse enamorada de will a estarlo de peace?

y luego, a su cabeza venía de golpe él como warren la trataba; siempre fue atento, se preocupaba de cada cosa muy a su manera, no buscaba soluciones por ella, solo dejaba que ella se quejara, mientras se refugiaba en sus brazos. la forma en la que él siempre estaba aún cuando ella no decía nada, o quizás era porque le dejaba besos en su frente cuando le llevaba galletas que ella misma había hecho especialmente para él, o quizás ese plus de cuando se dejaba peinar por ella, ya sea una trenza o un chongo... y quizás sumado era esa pequeña sonrisa la que se estaba colando en su cabeza como gusano.

había tanto del por qué quizás ella tenía esos sentimientos hacia él.

y el día de hoy no le molestaban, ella solo quería disfrutarlos en la soledad, donde nadie se daría cuenta de lo que sucedía en su cabeza.

unos labios se posaron en su nariz, y rio suavemente subiendo sus maños inconscientemente hacia las mejillas del contrario.

— ¿qué haces aquí?

— escapando de todo.

no supo en qué momento warren se había sentado a su lado, ni cómo su cabeza ahora hacía en sus piernas, pero no se quejaba, le gustaba la sensación de las manos del pelinegro en su cabello, aún cuando las manos de ella acariciaban las mejillas de él como si fuese lo más preciado. aunque para ella, claramente lo era.

— ¿qué pasa?

warren no era de los que iban con rodeos, a él le gustaba ser claro y preciso, y de nuevo, quizás eso era parte del por qué le gustaba.

— me siento confundida con muchas cosas, no me gustaría agobiarte con eso. — layla suspiró, y deseó que warren no preguntara más, que se quedara con lo que ella le había dicho.

y es que tenía miedo de que todo esto la llevara a quedar acorralada, porque ahí tendría que decir la verdad, y ella no se sentía lista para eso.

él no dijo nada, y layla de nuevo cerró los ojos agradeciendo en silencio.

las manos de él seguían en su cabello, mientras las de ella se encontraban ahora en su estómago, cubriendo su ombligo por ese top lindo color verde con el símbolo de paz en medio.

se sentía linda, y cuando warren le dijo que se veía bien, fue más que suficiente para ella.

el timbre sonó minutos después y warren la ayudó a recoger sus cosas. después, sin preguntar, entrelazó su mano con la de ella.

« si vamos a fingir, seremos los mejores en esto »

layla no pensaba decir, que le dolía, prefería olvidar lo del juego y creer que warren gustaba un poquito de ella.

ella no se dio cuenta, estaba tan metida en lo suyo como para notar las dos pequeñas jazmines en sus colitas delanteras, por ello cuando warren la miraba con una sonrisa, ella solo la miraba extrañada. también un poco enamorada.

𝗳𝗶𝗻gir ── warren x laylaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora