O9 : amor, amor

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[ las mejillas de layla estaban de color rosa cuando los labios de warren se posaron entre los suyos. este se dedicaba a dejar pequeños besos entre los rosados de la chica, sujetando con fuerza la cadera ajena mientras sus dedos tocaban la piel de la misma.

parecía un juego entre la dulzura y sensual.

warren sonrió en medio de el último beso, succionando con fuerza ese pequeño labio esponjoso con sabor a durazno. se permitió ir más allá de un beso dulce y delicado. quería jugar con las emociones de layla, llevarla a la necesidad de más interacción entre ambos. así que se permitió atraerla más a su pecho, llevando sus manos hasta la espalda baja de la misma mientras rozaba la yema de sus dedos entre su delicada piel.

su piel pálida comenzó a rizarse, mientras que las manos de layla se metían entre su cabello y sus dedos se enroscaban entre ellos.

el gemido bajo de ella, mientras su lengua se metía entre la boca de la contraria solo lo hizo sonreír. olvidándose por completo que solo estaba jugando, porque esta vez, se estaban complaciendo ambos. ]

cuando warren apareció de nuevo en la vida de layla, ella no esperaba que este fuese tan cariñoso, a su manera, donde fuera. ella había visto esa mirada y esas manifestaciones de cariño antes, pero estás no habían tenido el valor que tienen hoy en día y mayormente estás eran a escondidas porque a él no le gustaba lo que la gente fuese a decir.

pero ahora parecía ya no importarle y eso a ella la hacía feliz.

sabía que no debía de mostrarse incómoda ante ellas porque ese momento ya había pasado, y ni siquiera había durado lo suficiente como para llamarlo de esa forma. pero la sola idea de que ahora eran algo le era muy emocionante y desesperante. le generaban nervios el cómo debía de actuar, el cómo debía de tratarlo ahora o... ¿saben? ella no lo sabe. solamente está pensando de más porque warren es su primer novio, no quiere arruinarlo aún cuando ya han pasado por todo eso, la única diferencia es que ahí era falso.

pero todo ese tren de pensamientos ansiosos se fue al caño cuando warren llegó y le entregó una pequeña margarita que terminó de enredar entre sus cabellos.

ella se permitió chillar por dentro para después dejar un beso en los labios ajenos. todo esos pensamientos desastrosos se habían ido lejos siendo remplazados por esos jugueteos de dedos entrelazados.

simplemente eran pequeñas las acciones, pero eran tan valiosas para ella. le daban a saber que warren estaba igual de enamorado que ella.

este no lo decía, no solía utilizar sus palabras para hacerle saber a la gente lo mucho que le importaba el bienestar ajeno. era más de hablar para tratar de molestarte antes de decirte que apreciaba.

— deja de sonreír.

— no puedo evitarlo. — sus mejillas se pintaron de rojo combinando con el tono de su cabello. — me haces feliz.

eso último salió más en un susurro, deteniéndose en su trayecto para esconderse entre el pecho del mayor.

este acarició el cabello ajeno y solo se dedicó a verla en ese estado de vergüenza, no era muy común que ella sintiera eso, más bien siempre se ansiaba o solamente se ponía en su papel de timidez cuando se trataba de gente que no conocía. pero vergüenza no era exactamente una emoción que ella dejara correr por su piel.

— no me veas. — aprovechó y se aplastó más entre los pectorales de warren. este se sonreía con burla mientras trataba de hacer que lo mirara. — nooo...

— hippie, la gente nos mira. — susurró aún peleando para que ella pudiera verlo.

— ¡pero no me lo digas! — se aferró al cuerpo del más grande indispuesta a avanzar sabiendo que los demás la iban a mirar con sus ojos juzgones.

¿y saben qué? warren solo la dejó ser.

él solo se dedicó a mantenerla abrazada contra su pecho mirando mal a todo aquel que les prestara atención, porque ¿cuál es la necesidad de meterte en algo que no te importa?

warren estaba ahí para cuidar de layla, incluso de sí mismo.

𝗳𝗶𝗻gir ── warren x laylaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora