Día 3: La sonrisa más brillante

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Para los pocos meses que llevaban trabajando juntos, Jayce se dio cuenta de una cosa que le llamo la atención sobre su nuevo compañero.

Viktor no sonreía mucho, mucho menos reía.

Su sonrisa era tenue y casi siempre pasaba desapercibida. Todo lo contrario a Jayce, su risa y su sonrisa eran escandalosas y brillantes. Y no le molestaba para nada, le gustaba sonreír. Toda su vida había recibido elogios sobre ello, aún con su notable espacio entre sus dientes a la gente le seguía pareciendo linda.

Pero Jayce se encontró deseando ver la sonrisa de Viktor sin darse cuenta. Cada vez que hacía una broma, lo primero que hacía era mirar a Viktor esperando una risa de su parte.

La risa de Viktor era tenue, casi inexistente, siempre cubría su boca mientras reía. Pero a Jayce le gustaba, la forma en que sus ojos reflejaban su felicidad y se formaban pequeños hoyuelos en los costados de sus labios le pareció encantadora.

Siempre que podía desviaba su mirada hacia Viktor, esperando toparse con esa pequeña sonrisa cuando estaba trabajando. Jayce sabía que cada vez que resolvía una ecuación complicada o se le ocurría algo, la sonrisa astuta de Viktor se haría notar. Y no pudo evitar también sonreír cuando la veía.

La mayoría de gente ni siquiera notaba cuando Viktor sonreía, pero Jayce, con el poco tiempo que llevaba trabajando con Viktor, había aprendido a identificarla.

Le encantaba la sonrisa de Viktor. Aunque no lo diría en voz alta.

(*)

- Bien... Creó que todo está en orden - dijo Viktor mientras seguía revisando sus notas.

- Okay - alzó la voz Jayce desde el otro lado del laboratorio - Prueba número cincuenta, teletransportador Hextech - declaró Jayce presionando el botón de su pequeño dispositivo. Viktor, quién estaba en la otra punta del laboratorio hizo lo mismo con el aparato idéntico qué tenía.

Ambos empezaron a brillar gracias a los cristales Hextech a su alrededor.

Viktor hizo los honores, tomó una pequeña caja vacía de cartón y la introdujo dentro del campo de fuerza creado por el aparato. Inmediatamente este desapareció, y en un par de segundos apareció del otro lado de la habitación junto a Jayce.

Ambos sonrieron triunfante, Jayce tomó la caja para inspeccionar que todo estuviera bien, cuando notó una extraña vibración de la caja, cada vez más rápida. Pero antes de que pudiera reaccionar la caja explotó en sus manos.

- ¡Jayce! - grito Viktor alarmado. Tomó su bastón y caminó rápidamente hacia su compañero que había quedado en el suelo.

- Estoy bien, estoy bien - le aseguro Jayce mientras tosía por el humo a su alrededor. La explosion no había sido dolorosa, fue como una gran rafaga de energía explotando.

- ¿Qué? - dijo Jayce al ver como Viktor se cubría la boca con fuerza.

Viktor negó con la cabeza antes de no poder resistir más y soltar una amplia carcajada.

Jayce le miró atónito, embobado por la forma en que Viktor reía sin parar. Era la primera vez que lo veía de esta forma.

- ¿Ya dime que pasa? - preguntó contagiado por la alegría de Viktor.

- Tu... Tu cabello - jadeo Viktor entre risas.

Jayce corrió hacía él baño temiendo lo peor. Al verse al espejo notó la forma en que había quedado su cabello por la explosion, estaba hacia arriba cómicamente parado. No pudo evitar reírse también.

- Oh, vamos, tarde una hora en arreglarlo esta mañana - mojo sus manos y las llevo a su cabello para aplanarlo.

La risa de Viktor había parado al fin, jadeó tratando de recuperar el aliento cuando Jayce salió. Al verlo otra carcajada salió de Viktor.

- ¡Pareces un perro mojado! - gritó Viktor sin dejar de reírse.

El rostro de Jayce se sonrojo hasta las orejas y rió. Viktor tenía razón.

- Si te da risa que las cosas me exploten en la cara, tal vez debería hacerlo más seguido. Vale la pena por escucharte reír así - fue el turno de Viktor de sonrojarse. Su risa se ahogó en su garganta, apartó rápidamente la mirada cubriendo con su mano su boca.

Jayce sonrió al verle. - Oh, vamos, quería seguir escuchándote - se acercó a Viktor y apartó su mano de su boca. Oh, no se había dado cuenta hasta ahora del espacio entre los dientes de Viktor, igual al suyo.

- Mucho mejor - concluyó Jayce antes de que Viktor escapara hacia su área de trabajo con las orejas ardiendo.

We Love Flufflytober 2023 [JayVik]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora