We Love Flufflytober 2023 [JayVik]

Día 2: Regalo inesperado

En Zaun no existe la cultura de los regalos. Cuando robas para sobrevivir, lo último que va a cruzar por tu cabeza es regalar lo que posees.

Pero en Piltover si que les encantaba dar regalos, la glamurosa ciudad incluso poseía un día para ello. El día del regalo. Un día en el que se demostraba el cariño y aprecio que le tenias a las personas con un regalo.

Cuando Viktor empezó a vivir en Piltover no pudo evitar reír amargamente ante la celebración. No le gustaba para nada aquél festejo. Claramente los pilties demostrarían su cariño a base de objetos materiales.

Y aquéllo se lo había dejado muy claro a Jayce el primer año que empezaron a trabajar juntos.

- ¿Por qué necesitarías de objetos para demostrar que quieres a una persona? Es estúpido.. - murmullo entre dientes bastante molesto.

- Oh.. bueno, a veces los regalos nos ayudan a demostrar lo que no podemos decir - le respondió Jayce sencillamente.

Viktor le miró confundido.

- Eres mi amigo, no necesitaría que un abrigo de piel costoso que me lo remarque -

Jayce rió entre dientes - Supongo que tienes razón... Es una celebración realmente tonta.. - murmullo avergonzado mientras seguía anotando una ecuación en la pizarra.

Viktor sonrió cuando Jayce estuvo de acuerdo con ello.

El tema había salido luego de que Jayce le preguntará si festejaba el día, pues ya se acercaba, Viktor no dudo en decir su honesta opinión sobre el día y cuanto lo aborrecía.

Cuando el día de la celebración llegó, Viktor no pudo evitar despertar con el ceño fruncido. En cuanto puso un pie en la calle el montón de gente con paquetes y paquetes de regalos se hizo ver por las calles.

- Esto es una verdadera mierda... - susurro mientras entraban en el laboratorio. En cuanto cerró la puerta tras él y se giró, el gran ramo de girasoles brilló sobre su estación de trabajo.

Viktor casi dejó caer su bastón de la impresión cuando vio el gran ramo. Dudoso caminó hasta la mesa y miró el ramo con escepticismo.

- Seguramente es para Jayce - se dijo a sí mismo tomando la pequeña carta qué había entre las flores. Pensó en ir a reportar de inmediato que alguien había entrado a su laboratorio privado, y aún más espeluznante, alguien había conseguido la llave. Pero cuando abrió la carta su rostro palideció de inmediato.

Para Viktor
- Jayce.

Estas flores eran de Jayce para él.

- Buen día Viktor... - saludó Jayce tomando un sorbo de su taza de café mientras entraba al laboratorio.

Viktor se giró lentamente para verlo, con la nota aún entre las manos y el rostro tan sonrojado como nunca antes Jayce lo hubiera visto.

Cuando Jayce vio el ramo y proceso todo escupió su café.

- Viktor - tosio con dificultad tras haber escupido el café - No, no es lo que tu crees -

- Las... ¿las flores no son... para mi? - dijo repentinamente decepcionado.

- ¡No! ¡Quiero decir, si! Le-le dije a Caitlyn que lo cancelara porque dijiste que te parecía estúpido y.. y.. lo siento. - su cubrió el rostro con las manos y suspiró escandalosamente - Debes pensar que soy ridículo... -

Viktor miró a Jayce aun tratando de procesar lo ocurrido y después miró la nota entre sus manos. El ramo de flores seguía brillando sobre su escritorio carente de color, Viktor pensó que se parecían a Jayce.

Tomó con su mano libre el ramo y suspiró. La realidad es que Viktor nunca había recibido un regaló como este. Cuando fue asistente de Heimerdinger algunas veces recibió este día un libro o un cupón para un descuento de algún restaurante que jamás usó.

Recibir regalos de las personas que aprecias mucho se siente realmente bien. Concluyó Viktor.

- Yo... no, fue tonto lo que dije... gracias - dijo sin mirar a Jayce, quién le miró de espaldas sorprendido y sonrió.

- E-entonces... si te gustaron las flores ¿quisieras ir a cenar conmigo después del trabajo? Le iba a dar la reservación a Sky pero.. realmente quisiera que fueras conmigo -

Lentamente Viktor se giró y sonrió aun con las mejillas sonrojada - Me.. encantaría -