Cap. 1

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Capítulo 1: Compromiso.

Lloró, lloró mucho en los brazos de su novio mientras él depositaba algunos besos sobre su frente y cabello.

— si, si me quiero casar contigo — logró decir cuando se relajó más, mirando el bello anillo que ahora adornaba su dedo anular.

El día continuó siendo un completo sueño, estaba tan agradecido de tenerlo en su vida, de haberlo conocido y de no haber hecho caso a lo que su familia le decía.

Es de valientes quedarte en un país totalmente diferente a tu país de origen solo por amor.

Max y Sergio se conocieron cuando Max estaba en su último año de preparatoria y Sergio en el primero de su carrera, ambos estaban de intercambio en sus respectivas escuelas, gracias a un amigo en común es que terminaron teniendo que llevar a Charles al hospital a que le cosieran el brazo que se abrió estando ebrio.

Aquella noche mientras ambos esperaban noticias de su amigó entablaron una conversación muy superficial, hablando de cómo es que habían conocido al monegasco. Después de tan solo una hora ambos sentían que se conocían de toda la vida.

Y el destino los volvió inseparables, se volvieron a ver un par de veces más, solo ellos antes de darse cuenta que se gustaron desde el primer momento, y que no soportarían separarse cuando Max tuviera que regresar a Países Bajos para estudiar la universidad.

Así que cuando esto pasó se aferraron a seguir juntos, lucharon contra cielo, tierra y mar para que Max pudiera asistir a la misma universidad que Sergio, consiguiéndolo de milagro.

— Por favor no te vayas— suplicó en un hilo de voz mientras miraba a su amigo terminar de empacar sus cosas.

— Ya lo hablamos... ¿por qué sigues aferrado a que me quede? — Max sabía que él tampoco quería irse pero no tenía opción, no podía sustentar los gastos de una universidad como esa y menos solo, ya que sus padres le dieron la espalda cuando les planteó la idea de seguir estudiando ahí.

— Porque yo... yo... te amo Max y no quiero que te vayas — una lágrima traicionera se escapó de sus ojos y caminó hacia él para abrazarlo, mientras lloraba sobre su hombro, también lo amaba, estaba profundamente enamorado de él desde el día que lo conoció pero no tenía opción.

Después de unos minutos en esa posición, finalmente lo soltó, sin embargo sus manos se volvieron a colocar sobre su cintura para acercarlo a él y besarlo por primera vez.

— Que... ¿qué estás haciendo? — prenguntó con voz temblorosa, mirándolo directamente a los ojos. Antes de que terminara en un viaje en motocicleta hasta una playa, donde caminaron por la orilla del mar tomados de la mano.

— No puedo ofrecerte una gran vida, llena de tantos lujos como la mereces amor, aún no, pero si puedo ofrecerte mi mano, mi amor incondicional y un futuro lindo, Maxie por favor no te vayas, quédate conmigo, escápate conmigo.

— Yo... — estaba muy sonrojado, sentía su corazón latir en su cabeza y las lágrimas amenazantes con salir.

— Max... ¿Puedo ser tu novio?
...

Cada segundo había valido la pena, no importaba que sus mismos padres ya no le hablaran, no tener a nadie más a quien acudir mas que sus amigos de la escuela, todo con tal de poder estar con el amor de su vida, si estaba con él su vida era maravillosa.

Después de ese día ambos se fueron a vivir a un pequeño departamento que la escuela le proporcionaba a sus becados que aunque apenas era suficiente para una persona estuvieron ahí mientras trabajaban y lograron tener uno más grande.

Max para eso entonces también había conseguido la beca que cubría el 100% de los costos de la carrera, todo el mundo se acomodaba para ellos.

Rápidamente ambos ascendieron en sus lugares de trabajo, asegurando una buena fuente de ingresos mientras terminaban de estudiar.

En tres años vivían en un departamento decente y compraron un carro sencillo, ademas de que ahora Sergio ya tenía un trabajo estable pues ya se había titulado, además de que ahora también estaban comprometidos.

— ¿En qué piensas amor? — volvió a alzar la voz, mirando nuevamente a Max mostrarse reflexivo mientras miraba la ventana de regreso a su hogar.

— En lo feliz que soy a tu lado ¿tú eres feliz conmigo?

— Soy el hombre más feliz del mundo cuando veo tu hermosa sonrisa, cuando pruebo tus perfectos labios, eres lo más precioso que mis ojos han visto y Dios... te amo tanto.

Max se acercó para besar su mejilla, sin embargo antes de que pudiera regresar a su lugar Sergio orilló el auto en un lugar seguro y sentó a Max a horcajadas sobre él.

Estuvieron alrededor de 10 minutos así, repartiéndose besos por todo el rostro, mientras se recordaban lo mucho que se amaban.

Sin embargo era tiempo de continuar su camino de vuelta a casa, ¿por qué el fin de semana tiene que durar solo dos días? Solo dos días a la semana para poder verse durante todo el día. Ya que Sergio trabajaba la mayor parte del día y Max se iba a la universidad y durante las tardes a veces trabajaba como cuidador de los gatos de sus vecinos o a veces simplemente se dedicaba toda la tarde a hacer los proyectos y tareas que le dejaban, había días en los que al llegar Sergio solo cenaban y se iban a dormir, sin poder pasar mucho tiempo juntos.

Aún así, sabían el motivo de que su dinámica fuera de esta forma, que era solo temporal, ya faltaban cada vez menos meses para que Max se titulara y pudieran dar el siguiente paso a su relación.

💛

Me muero de amor 😩
Cheking revivió genteee 👑
Les tekueme

Byee

Yellow [Chestappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora