Cap. 7

956 116 5
                                    

Capítulo 7: Yellow.

Ansiosos por la nueva noticia corrieron al hospital, aún era temprano, los débiles rayos del sol fluyeron a través de la ventana, pintando la habitación de calidez, serenidad y un bello y muy suave color amarillo.

Llegaron y recibieron el reporte diario mientras se registraban en la lista de visitantes, dentro de la habitación los tres se sentaron a un costado de Sergio haciendo caricias en su piel y cabello.

La mañana transcurrió tranquilamente, platicando entre ellos, recibiendo algunas visitas del doctor y platicando a la vez con él.

Casi al mediodía el hambre comenzaba a apoderarse de sus mentes, por lo que Charles y Carlos fueron a la cafetería para comprar algo de comer para ellos y para Max que se quedó en la habitación, meditando mientras veía el rostro de su esposo dormido, su cabello crecido y las pecas que adornaban su rostro.

Sintió un suave aleteo en su vientre y una sonrisa se dibujó en su rostro al imaginar lo que estaba por suceder. Se sentó al borde de la cama y tomó la mano de su esposo y la llevó a su vientre, de forma que su pequeño pudiera sentir su tacto.

— Siéntelo, es nuestra pequeña.

El tiempo parecía ser más lento mientras esperaba, lleno de emoción y con la respiración entrecortada. Y luego, por primera vez y como una pequeña bailarina su bebé lanzó una patada suave.

Los ojos de Max se llenaron de ilusión y alegría, su corazón hinchado de amor, en ese momento, sintió una profunda conexión con su pequeño, como si esa pequeña patada trajera esperanza y una onda de amor.

Impulsado por la sensibilidad de ese día y la fuerte emoción que sentía se levantó de la cama y se acercó a la ventana, con lágrimas de alegría en sus ojos, admirando la ciudad con una sonrisa.

Sergio se agitó, sus ojos se abrieron, como si emergiera de un precioso sueño. La confusión y la desorientación inundaron sus sentidos mientras lentamente analizaba su entorno y se daba cuenta del paso del tiempo que se había perdido.

— ¿Max? — susurró débilmente al observar a una persona parada frente a la ventana, la cual rápidamente identificó como su esposo.

Max, sorprendido rápidamente volteó para mirar el  débil y desorientado rostro de su esposo, corrió a su lado con lágrimas de alivio y alegría llenando su rostro.

— Te he estado esperando — susurró con la voz llena de amor y gratitud.

Sostuvo su mano, llenándose de plenitud cuando débilmente, después de tanto tiempo sus dedos se entrelazaron lentamente.

Max apretó el agarre, aferrándose a la indescriptible avalancha de emociones que revoloteaban dentro de él, estaba eufórico de que Sergio hubiera vuelto con él, pero había algo más: Un secreto que lo esperaba.

Sin embargo antes de que pudiera decir algo al respecto, en medio de su abrazo Sergio se congeló y lo apartó rápidamente de él, mirándolo con asombro mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

— ¿Estás...? — preguntó suavemente con una mezcla de anticipación e inquietud, dejando ir todo el aire de sus pulmones de golpe.

— Si... — asintió en un susurro, con lágrimas en los ojos mientras compartía la noticia, por alguna razón se sintió igual de emocionado que el día que lo descubrió por si solo.

Yellow [Chestappen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora