Ambos estaban calientes, eso era evidente desde que había entrado a la etapa de tocarse como el par de adolescentes que eran no podían dejar de permanecer quietos, solo bastaba que el rubio se lamiera los labios mientras lo vea su pareja o que el pelinegro se mordiera los labios para que estuvieran sobre el otro.
– Ed~~ no aquí... –el rubio trataba patéticamente quitarse al otro de encima que lo tenía contra la pared mientras besaba su cuello y lo tocaba por arriba de la ropa.– ahh~~ estamos en el armario del conserje~~~
– Sabes tan bien como yo que ese no se aparece por aquí... –se separó un poco para verlo y sonrió al ver cómo dejo el cuello del otro, rojo y con un par de marcas que definitivamente iban a tardar en desaparecer.– Y no podemos andar duros por la escuela...
El otro lo tomo para poder cargarlo y frotarse bien contra su entrepierna, además que de esa manera podía seguir marcando su piel.
– Ahh~~ –este hecho la cabeza hacia atrás, además que enrollo sus piernas en la cadera contraria mientras se empezaba a frotar también.– Está... está bien... pero no te lo quites del todo me gusta sentir el roce de la tela sobre la piel...
El otro bajo con cuidado saco su miembro y haciendo caso no bajo su pantalón de todo, mientras que el otro se lo bajo hasta las rodillas, aunque no era su forma favorita, el rubio quedo cara contra la pared, el pelinegro se agachó un poco para poder lamer y lubricar un poco a su pareja que para este punto ya estaba igual de ansioso.
– Joder ed lo hicimos en la mañana, no me voy a romp~~~
El de rulos entro de una estocada y abrazo al otro buscando la forma de tomar sus labios mientras empezaba a moverse lentamente, mientras más minutos pasaban unidos los roces dejaban de ser calculados y empezaban a ser más rudos además que nada controlados.
En el interior del armario se escuchaba perfectamente el sonido de sus piernas chocando además que la forma en la que ambos buscaban patéticamente callar sus gemidos y jadeos, además que la forma en la que el rubio pedía más enloquecía al pelinegro.
– Ed~~~
– Stede~~~
A ambos los azotó el orgasmo de forma increíble, el más grande abrazo al otro hasta sentir que su orgasmo pasaba, beso su cuello y lo sostuvo, ya que lo sentía ligero.
– Eso...
– Lo tenemos que volver hacer... -el de atrás salió lentamente y sonreí al ver cómo su semilla salía de poco.–
– Quieres darme algo de papel...no pienso andar con los pantalones manchados...
El otro saco un par de pañuelos y se los tendió a su pareja mientras que se limpia para poder acomodarse los pantalones, espero a que su pareja se volteara para arrodillarse entre sus piernas y viéndolo a los ojos se metió su miembro ya flácido a la boca.
– Ed~~
– Solo te estoy limpiando...
Una estuvo satisfecho de piso de pie y sin pensarlo tomo una de las nalgas de su novio para levantarlo un poco y lo beso disfrutando jugar con la lengua del otro.
– Te amo... stede
– Y yo a ti...
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Deep like the sea
Historical FictionHistorias de Edward Teach y Stede Bonnet. Relatos cortos (y candentes) y sin conexión ninguna a las demás historias. Algunos Au sobre el temible Barbanegra y el caballero pirata como una pareja más que formada.