El pelinegro estaba agotado, los que trabajan con él eran unos idiotas, lo único que quería hacer era llegar, cenar con su pareja y lanzarse a la cama, quería dormir todo el fin de semana, pero para su suerte o mala suerte su pareja tenía otros planes.
– ¿Amor?
El moreno avanzó con cuidado por la habitación la luz estaba apagada, pero sabía dónde estaba todo, se escuchaba que alguien murmuraba desde el armario avanzo sin hacer ruido por suerte la puerta estaba entre abierta dejando ver a su marido parado enfrente del espejo de cuerpo completo traía su bata amarilla sonrió y se acercó silencioso siempre era divertido tomarlo de sorpresa, pero al estar cerca noto como su pareja se miraba a su mismo tenía las mejillas sonrojadas y parecía estar tan metido dentro de sí que no había notado al otro, pero al estar detrás de él sintió como su sangre empezaba a ir a la cabeza que tenía entre las piernas.
– Joder amor mierda -lo tomo de la cintura pegándolo a su pecho-
–; Edward! -el rubio se sobre salto al sentir como lo tomaban de la cintura y soltó un leve gemido al sentir como su pareja se frotaba casi inconvenientemente contra su trasero.- ¿Te gusta? -se atrevió a preguntar poniendo sus manos sobre la de su pareja que acariciaba el corset que tenía puesto.-
–; Oh sí...
El corset que traía el contrario era negro, resaltando su piel pálida y de alguna forma, hacia que los pechos de su pareja se alzarán dándole un increíble aspecto, además de eso llevaba un par de medias conectadas con unos ligeros que subían hasta su ropa interior unos boxers negros a los que se les empezaba a marcar una pequeña erección.
El otro giro a su pareja para tenerla de frente, metió sus manos por debajo de bata para llevar sus manos hasta sus posaderas para levantarlo y besarlo mientras lo empezaba a llevar hasta la isla del armario, una vez lo puso contra este lo soltó y sus manos recorrieron el torso ajeno.
–; Te amo... -susurro el pelinegro a su contrario mientras empezaba a dejar besos por su cuello llegando hasta sus pechos, se puso entre las piernas del otro, sus labios besaron alrededor de sus pezones disfrutando como su pareja echaba la cabeza para atrás soltando gemidos.- Tú te ves tan delicioso, joder Stede
El otro llevó sus manos al cabello contrario a decir verdad, había tenido algo de miedo que el otro lo rechazara, aún le costaba verse sexy a sus ojos, pero todo lo que otro le susurraba como lo hacía sentir era una prueba de que lo era al menos a sus ojos y era lo único que le importaba.
–; ahhhh~ amor~ -hecho la cabeza para atrás a decir verdad, no tenía problema con su pareja mordiera y marcará su cuerpo, pero sus pezones siempre había sido sensibles y que otro los marcará le sacaba tantos gemidos.- Con cuidado...
–; Es tu culpa, eres delicioso -se defendió separándose un momento para encararlo y besarlo.- Dónde está el lubricante? -pregunte mientras se desabrochaba el pantalón, la presión lo estaba matando, solo quería disfrutar del interior de su pareja disfrutar más de su cuerpo consumirlo completamente y que mejor que tomarlo ahí mismo.-
–; No... no hace falta... -al rubio se le encendieron las mejillas y busco la mano de su pareja levantó la cadera para meter su mano con la del contrario debajo del bóxer que atrás solo estaba atado con unos resortes dejando libre acesso a su trasero apenas había llegado de su trabajo tomo un baño y a media ducha recordó la vez que la pareja lo había tomado ahí y le entraron una ganas inimaginables que al salir tomo un dildo y se masturbó hasta acabar, pero eso lo dejo con un vacío y había tomado el plus que le había regalado el contrario así no mucho lo lubrico bien y se lo puso.- Tenía que combinarlo con algo...
El pelinegro creía que se iba a desmayar por todo lo que sentía, joder aún no se creía que ese pequeño rubio que lo había cautivado tan inocente, ahora se dejará hacer y se entregará a sus deseos, dejo el plug negro a un lado notando como de este escurría lubricante.
–; Tú me vas a matar de tanta lujuria, joder amor, tuviste eso adentro todo el tiempo?
–; Sí... aunque no es lo mismo que tú... no me llena como tú...
–; Oh cariño, eso nadie o nada lo podrá a ser, solo yo te puedo hacer sentir lleno...
–; Por favor... te necesito...
–; Y yo a ti...
Ed levantó un poco al otro y lo acomodo de mejor manera para poder entrar en él, al principio fue fácil el plug lo había abierto como se esperaba, pero su interior lo recibió con la misma calidad de siempre, espero solo unos momentos para empezar a moverse él ya estaba enterrado dentro del otro disfrutando de su calidez mientras que sus labios se encargaban de disfrutar el pecho contrario marcando y disfrutando por completo de su pareja que gemía cuando una embestida lo tomada de sorpresa o lo penetrada de diferente maneras sus manos estaban enterradas en el cabello contrario jalando cuando gemir no era suficiente.
–; Joder bebé, pensar en ti con esa maldita cosa... esperándome para llenarte, joder...
El rubio tomo las mejillas de su pareja para acercarlo a besarlo, todo lo estaba llevando al límite, sentía que en cualquier momento se terminaría corriendo sin siquiera tener que tocarse, sentir los besos, mordía y lamidas combinadas con las embestidas y un par de azotes que el otro le había proporcionado lo estaba llevando al límite.
El orgasmo del rubio tomo por sorpresa al otro sentir como las paredes de su pareja lo apretaba, lo iso venirse con un gemido ahogado por la piel contrario, quien solo jadeo al sentir como mordían su pecho, pasaron un par de minutos para que las hormonas y los ánimos se apasiguaran para que se movieran.
–; No salgas... te quiero dentro... por favor -pidió Stede al sentir como su pareja se preparaba para salir de él.-
–; Debo que... sabes que no es sano traer el corset por mucho tiempo... además que te tengo que limpiar antes de que se seque el semen.
–; Ed...
–; No pongas esa cara -el moreno no podía contra la cara de cachorrito que ponía su pareja, eran contadas las veces que podía resistirse.- Okey okey mira, salgo de ti y te pongo el plug, te quito el corset, te limpio y comemos cuando nos acostamos puedes reemplazar el plug conmigo si?
–; Mmm está bien... -sonrei el rubio sabía que su pareja muy pocas veces le negaba algo y ese era un excelente plan.-
–; Okey voy a salir, ¿no dejes que nada salga si?
–; Sí...
Una vez el otro salió del contrario metí el plug quien entró con facilidad sin duda el moreno había dejado bien abierto a su pareja ahora definitivamente se iba a sentir más vacío, le quito con cuidado el corset dejando a la vista un par de marcas nada que no hubiera sufrido antes, se arrodilló para quitar el bóxer con la media dejándolas en la ropa sucia se ausentó un momento para traer un paño húmedo para limpiar al contrario y a sí mismo, busco algo cómodo para ambos una vez vestidos tomo al contrario en brazos y lo llevo a la cama.
–; Voy por la comida, no tardó
Bajo las escaleras lo más rápido posible sirvió en un plato grande, la comida sabía que a su pareja no le importaba eso, tomo solo un cubierto subió y noto como el otro ponía una película.
–; Ven
Pidió mientras se sentaba, el otro no tuvo problema y lo siguió, se movió para quedar sentado en sus piernas, el moreno tomo comida con el tenedor y la llevo a la boca, contaría.
Después de un compartir la cena, disfrutar un poco de televisión, se acomodaron el rubio, se dejó envolver por los brazos contrarios, como lo prometió, una vez acomodados remplazo el plug con su miembro, casi siempre dormían de esa manera el mayor cubriendo el cuerpo del otro y así se quedaron dormidos.
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Deep like the sea
Historical FictionHistorias de Edward Teach y Stede Bonnet. Relatos cortos (y candentes) y sin conexión ninguna a las demás historias. Algunos Au sobre el temible Barbanegra y el caballero pirata como una pareja más que formada.