26 - Trato

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Al escuchar las palabras de Selena, Ignis se acercó mientras se reía. Y vertió todo el contenido de la botella en la boca de Berth.


El líquido que burbujeaba en la boca de Berth rápidamente bajó por su garganta y estrujo su corazón.

-¡Agh!

Él se retorcía como loco. Y olía a humedad. Selena rápidamente se alejó.

-¿Qué hace esa droga?

-Es una droga que te hace vomitar la verdad. 

-¡Bluag!

-Y el efecto secundario es literalmente vomitar, justo así.

-...no quiero verlo. 

Selena agitó las manos y dio un paso atrás. 

Ignis, por el contrario, se puso de cuclillas en frente de Berth, haciendo contacto visual.

-¿Cuál es tu misión?

Los ojos de Berth se habían oscurecido y se veían nublados. Después de todo, las drogas de Rowan siempre funcionan bien. Ignis alzó las comisuras formando una sonrisa.

-...Conde Index.

Berth continuó hablando de a poco.

-...la misión era ganarse la confianza del Conde y así después poder asesinarlo.

-¿Pero fallaste?

-...solamente 'yo' fallé.

-Entonces hay otros.

Como si lo hubiera adivinado, Ignis no estaba muy sorprendido.

-¿Quién te lo ordenó?

-...recibimos encargos, no órdenes.-

-¿No es lo mismo? Bueno. ¿Quién te lo encargó?

Con la mirada perdida, Berth se quedó viendo a Ignis por un momento, y entonces abrió los labios de nuevo.

-...Violet.

-¿La Emperatriz?

Hmmn. Ignis hizo una mueca y entrecerró los ojos.

-Esto no lo esperaba.

¿La Emperatriz mantenía vigilado al Duque? ¿Por qué? Obviamente el Duque era el hermano de la Emperatriz. ¿No se llevaban bien?

-Su Alteza. ¿No va a morir si sigue así?

Mientras tanto, a Selena le preocupaba la condición de Berth.

Seguramente ya se había recuperado del todo de la tortura, pero le preocupaba que si seguía así, él pudiera colapsar.

-La posibilidad de muerte es un efecto secundario.

-Su Alteza.

-Lo sé, lo sé. No puedo hacer nada malo contigo a mi lado.

Ignis dijo con una sonrisa vacía.

-Solo una pregunta más.»

Él entonces levantó el mentón de Berth.

-¿Por qué la Emperatriz se quiere deshacer del Conde?

Sus ojos rojos color carmesí observaban atentamente el rostro de Berth. Como si ya no tuviera fuerza, Berth dijo.

-...el Conde. - habló débilmente. -...porque él está buscando al hijo de la Emperatriz.

La expresión de Ignis se tensó. 

Lo sabía, como había pensado. 

Él apretó con fuerza los puños.

Volviendo a EnamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora