[5] Roier.

220 25 4
                                    

No sé lo que ha estado pasando últimamente, es extraño recordar todo, fue confuso y complicado.

Recuerdo que estaba en la fiesta de bienvenida, todos estábamos alcoholizados y era demasiado tarde, normalmente me dormiría a las 2:00 A.M. si tengo un enigma que resolver, este pueblo es extraño, en los bosques y zonas escondidas hay algunos objetos raros, pronto investigaré a fondo nuevamente, solo sé que es un laboratorio, archivos de experimentación y sangre seca, también máscaras, trajes formales o disfraces de oso, todo blanco... No lo sé, este lugar se vuelve turbio lentamente. 

Mierda

me desvié del tema.

Bueno, encontré a Roier haciéndose daño y lo salvé, me dijeron que llegamos justo a tiempo, no había perdido tanta sangre como para morir, pero quizás fuera sensible a verla y por eso su reacción, aunque no lo creo, pienso que si iba a morir por eso si llegaba unos segundos más tarde.

Estuve apoyando a su familia, de hecho Vegetta se quedó primero, con Leo, hasta las 6:00 A.M., luego se fueron a casa por petición de Foolish y se quedó él hasta las 1:37 P.M., porque su hijo le pidió que fuera a casa y me dejara pasar, ahí dentro estaba nervioso y hablé con él, con intenciones de que confiara en mí y... ¡Ahora soy su amigo!, estoy emocionado por alguna rara razón.

...

Pasé varios días visitándolo en el hospital, hablando por horas, jugando, bromeando con cosas muy graciosas o haciéndole pequeñas travesuras a las enfermeras, lentamente su comportamiento conmigo fue cambiando, ahora confía más en mí, ¡y no solo eso!, ahora es más alegre, sonríe demasiado, es más infantil y juguetón, recuperó el brillo y color que me contaron que tenía antes de irse a ese lugar llamado... Chafaland.

Estaba dando un paseo por la zona, justo vi que estaba cerca del hospital y decidí ir a visitarlo, obviamente no quería ser imprudente, así que pregunte por él en recepción para pedir permiso pero... Me habían dicho que ya le habían dado de alta, se fue del hospital y eso me alegra, pero lo que no me pone contento es... ¡Que no me dijo!, que malo es.

Ahora caminé hasta su casa, claramente trotando para llegar más pronto, al llegar toqué suavemente la puerta y me recibió una pequeña de gorra roja, usándola hacia atrás.

—Hola, señor Cellbit, si buscas a Roier, mi hermano ya no vive aquí aunque... dejó esto por si lo venías a buscar.

Suspiré algo cansado y tomé el papel que Leo me extendía, para luego despedirme con la mano y bajar como pude, caminando a la nueva dirección que me entregó la hermana de mi querido... Guapito.

Guapito, you are mine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora