⊹˙ ⃟🍾08︱۪ ᭝ ۫

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Día de Spa

La mañana llegó y un Jimin todo desgreñado se levantó directo a la cocina. Eso no era muy normal, él siempre se arreglaba antes de bajar. Eso ya indicaba que el día será atípico en la vida de Jimin.

Su madre lo llenó de besos mientras el le contaba que iría a un Spa con Jennie y que si resultaba ser bueno luego la llevaría a ella. La mujer asintió contenta y lo mandó a arreglarse pues de verdad su cabello parecía un nido de pájaros.

Jimin subió escaleras arriba hasta el baño. Se quitó la ropa y se metió a la ducha para lavarse bien y borrar de él cualquier rastro de sueño. De seguro en el spa se duchaba otra vez pero igual era rutina de las mañana para él.

Se hizo su rutina de skincare y se arregló bonito para cuando su amiga viniera a recogerlo. Bajó a la cocina otra vez para desayunar con su madre quien obviamente le elogió lo hermoso que se veía.

— Estas muy hermoso para solo ir al spa. — comentó su madre.

— Bueno soy hijo de una diseñadora de modas. Es claro que iba a nacer con sentido de la moda omma.

La mujer soltó una risa y apretó la mejilla de su hijo amado. Era cierto, Park So Jin era la diseñadora más famosa de toda Corea. Sus trabajos eran hermosos y había ganado muchos premios por ellos.

— Ese es mi hijo hermoso. Oye, hablé con tu padre y me ha dicho que viene para tu cumpleaños.

— ¡¿En serio?! Extraño mucho a papá. Desde que se fue a Italia a trabajar ya casi no lo vemos.

— Es verdad, pero al menos nos llama siempre que puede. Oye y cómo está Hoseok?

— Oh. Hobi está bien. Ayer fue a la escuela. Su malestar ya se acabó.

— Que bueno que ya esté bien.

Jimin asintió sonriendo y cuando se escuchó un claxon fuera de la casa, se levantó con rapidez de la mesa no sin antes darle unos besos a su madre.

Salió de la mansión hasta el auto de Jennie. Cuando entró ella le sonrió y al instante emprendió el viaje. De camino le fue contando lo supuestamente increíble que era el Spa y los masajistas.

Al llegar al lugar Jimin se sorprendió por lo hermoso que era. Completamente blanco, ambientado con luces amarillas y naranjas. Una chica joven los atendió, les pidió las tarjetas de invitación y rellenaron unos formularios sobre el tipo de atención que deseaban.

Cuando los entregaron a ambos los separaron, Jennie se fue a la sección de chicas y él a la de chicos. Lo primero que hizo fue bañarme otra vez como había imaginado y colocarse una bata negra con la insignia del local.

La primera sección fue una depilación completa, no le gustaba tener pelos en su cuerpo a no ser los necesarios, que para él eran las cejas, las pestañas y el cabello que crecía en su cabeza. Todo lo demás era innecesario para él.

Luego de esa depilación y que hidrataran su piel, una chica lo llevo hasta donde le harían sus faciales y arreglarían sus uñas.

Mientras estaba en eso pudo escuchar varias de la cosas que hablaban sus estilistas. Entre esas estaba el nombramiento de un tal masajista que era muy guapo y sexy. Jimin sintió algo de curiosidad pero luego recordó a su Jungkook y se le pasó.

De hecho cuando saliera del Spa lo llamaría, le pediría el número a Taehyung ya que él al parecer no planeaba contactarlo.

Cuando removieron la mascarilla y los pepinos de su rostro no supo cuánto tiempo había pasado, tal vez incluso hasta se había dormido de lo relajado que estaba. Limpiaron completamente su rostro y al fin fue por ese masaje que tanto esperaba. Su cuerpo estaba tenso por tanto estrés y esperaba que su masajista fuera bueno.

La habitación de masajes era encantadora y relajante. En una esquina había una pequeña fuente de agua que corría haciendo un sonido agradable similar al de una cascada. Había inciensos y aromatizantes en todos lados y al parecer un aislante de ruido pues no se escuchaba nada de afuera cuando la puerta era cerrada.

La chica le dijo que se fuera acomodando en lo que ella iba a buscar a su masajista. Jimin asintió y cuando ella se fue el se quitó la bata y la acomodó a un lado. Completamente desnudo, se acostó boca abajo en la cama de masajes colocando una toalla sobre sus partes íntimas para que no quedaran al aire. Acomodó su rostro en el orificio de la cama y cerró sus ojitos completamente relajado en lo que esperaba a su masajista.

Unos minutos después la puerta se abrió y Jimin escuchó el sonido de unos zapatos, un poco fuertes así que supuso que eran botas.

— Buenos días. — dijo el masajista.

— Buenos días.

Respondió Jimin sin levantar su mirada. Sintió al masajista buscar algunas cosas y luego volver a la camilla.

— ¿Es tu primera vez aquí?

— Si. Nunca había venido.

— Bueno, prometo hacer lo mejor posible por tí. Para sacar toda esa tensión de tu cuerpo.

— mmm..muchas gracias... ¿Tienes aceite de hierba buena? Es mi favorito.

— Si tengo. Ahora voy a comenzar por las piernas hasta llegar a los hombros y cuello.

Jimin hizo un ruidito de afirmación y suspiró cuando las suaves palmas del masajista comenzaron a masajear sus pies. Sus dedos se movían en círculos sobre sus plantas y luego subieron a sus pantorrillas apretando sutilmente y masajeando con suavidad.

— mmm...eres muy bueno...

— Gracias. Me lo dicen mucho.

El todo divertido que uso en su respuesta hizo que su voz fuera vagamente familiar para Jimin. Entonces pensó que probablemente habían muchas personas en el mundo con voces parecidas.

— ahora pasaré a tus muslos...

— ok.

Dijo Jimin mientras sentía las manos del extraño recorrer sus muslos con suavidad. Subiendo en círculos con sus pulgares y haciendo presión en el interior de estos. El pelirosa no pudo evitar soltar un gemido de gusto ante ese tacto. Ese era uno de sus puntos débiles.

— ¿Oye, puedes pedirme una botella de champagne? Por favor.

— Claro.

El chico se acercó al teléfono del lugar y lo descolgó para hacer la petición. Cuando la botella llegó se paró frente al cabecero de la camilla. Desde esa posición Jimin podía ver las botas de hombre. Otra vez una bandera de que le parecían familiares se agitó en su cabeza pero volvió a ignorarlo.

— Señor, su champagne ya está aquí.

Jimin alzó la cabeza de la camilla para mirar al hombre. Su rostro palideció por completo cuando sus ojos azules conectaron con los ojos grises de la persona que llevaba noches robándose su sueño. Jungkook estaba ahí, frente a él. Jungkook era su masajista.

Lo peor es que el simplemente lo miraba con una sonrisa coqueta en sus labios mientras escaneaba todo su rostro.

— Hola ricura...

¡¡¡¡¡TRAGAME TIERRA!!!!!

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   ⃟🍾CHAMPAGNE CONFETTI (Kookmin) Written by T.M.G.RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora