⃟🍾CHAMPAGNE CONFETTI (Kookmin) Written by T.M.G.R

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¡Eres un tonto!

Jimin había salido a la mañana siguiente rumbo a la casa de su mejor amiga Jennie. Tenía que contarle lo que había pasado la noche anterior. Cuando aparcó frente a la casa guardó la llave del auto en su bolsillo y salió corriendo hacia la entrada.

Tocó el timbre y fue recibido por el mayordomo.

— buenos días joven Park.

— Buenos días Archivald. ¿Está Jennie?

— Si joven Park, está en su recamara. Pase por favor.

El señor de bigote blanco se hizo a un lado con una reverencia y después de agradecerle Jimin corrió escaleras arriba hasta la habitación de su amiga. Todo estaba a oscuras, de seguro aún dormía. Corrió las cortinas y le gritó.

— Arriba Kim Jennie!!!! Te tengo chisme!!!

El bulto sobre la cama dió un brinco por la repentina intervención del silencio. Si hubiera sido otra persona la causante ella probablemente habría cometido asesinato pues no le gustaba que la despertaran. Pero como fué su mochi, no lo mataría.

— ¿Jimin? Joder aún es muy temprano...

— ¡No es temprano son las 11 de la mañana! ¡¡Levántate!!

— No quiero.

Dijo ella envolviéndose en las sábanas como gusano y acurrucándose para seguir durmiendo.

— Tuve sexo anoche.

Como si de una alarma nuclear se tratara su amiga se sentó con rapidez en la cama toda desgreñada mirándolo expectante.

— no es cierto.

— si lo es. Ve a bañarte, yo iré a por una pastilla para tu resaca y a por algo rico para que desayunes. Cuando vuelva te cuento.

Jimin salió de la habitación bajo las quejas de su amiga. Se fue a la cocina a prepararle unos panqueques como los que hacía su madre. Lo acomodó todo en una bandeja junto con las pastillas y subió a la habitación. Dentro estaba su amiga con una mascarilla y ya bañada esperándolo sobre la cama.

— cuenta.

— tomate las pastillas primero y desayuna...

Jennie recogió las pastillas del pequeño plato de cerámica y las tomó sin apartar la mirada de Jimin. Parecía una asesina psicópata observando a su presa. Jimin sonrió y tomó el paquete de papas que había traído para él comenzando a comerlo mientras le relataba la historia.

— bien. Primero que todo lo del sexo es mentira.

— ¡Jimin!

— Lo siento. ¡Necesitaba despertarte! Pero igual si pasaron más cosas.

— Jamás voy a perdonar que me hayas engañado de esta manera. Eres de lo peor. Pero anda cuenta. ¿Que pasó? — dijo mientras pinchada uno de los panqueques y le daba mordiscos aún observando a Jimin.

— Te puse el cuchillo para que los cortaras.

— El chisme. — insistió.