12- cigarrillos por la ventana

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Nuevamente podía oír como Conter se levantaba de la cama otra vez, y la brisa del viento sentir en su cuerpo.

Otra vez sintió el olor a cigarrillo que provenia de la ventana, era Conter. Quién fumaba para poder dormir. Estuvo durante mucho tiempo esperándolo, pero podía escuchar como se fumaba otro, y otro, y otro.

Después escucho el cerrarse la ventana, y la luz del baño se prendía. También podía oír como se cepillaba sus dientes, y volvía nuevamente en la cama.

Se dió vuelta, viendo cómo ahora, el cuerpo de su pareja descansaba, tenía los ojos cerrados, el olor a cigarrillos se podía sentir en su ropa, también en su aliento.

Un suspiro salió de la boca de Spreen, ojalá que su novio pronto pueda dejar ese vicio, aunque le cueste.

Abrazó la cintura del albino, y se durmió oliendo su cuello. El lugar donde menos llegaba el olor a cigarrillos, donde se podía sentir ese rico aroma, al jabón y crema de coco que se echaba.

 El lugar donde menos llegaba el olor a cigarrillos, donde se podía sentir ese rico aroma, al jabón y crema de coco que se echaba

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Era de mañana, Conter se levantó al no sentir a Spreen en su lado. Bajó a la cocina creyendo que iba a estar ahí. Pero no encontró nada, desesperado corrió por la casa, asustado no encontró a nadie.

Nuevamente subió las escaleras, y sin importar como se encontraba, corrió a su mesita de luz, abriendo un cajón, sacando esa cajita de cigarros.

Temblando como pudo, logró encender uno, fumando de ese, pudo sentir como su cuerpo volvía a la normalidad.

Cuando se lo terminó, quiso encender otro, pero solo abrió la ventana y dejó que su habitación se ventilara.

Se tiró a su cama desordenada y se tapó con las sábanas blancas, esperando a que su amado llegue. Aunque para él fué eterno, solo habían pasado 15 minutos.

Se escuchó el ruido de la puerta central, abrirse y cerrarse. También escuchó como alguien subía a las escaleras.

Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando vió a su pareja entrar a su habitación.

ー¡Spreen!. ーGritó emocionado el conejo, tirándose a los brazos de su novio.

Quién, sin importar el asqueroso olor a cigarrillos, lo abrazó con gusto, besando la cabellera del contrario.

ーTe compré frutas para que comieras, últimamente no lo estuviste haciendo y lo noté.

Conter parecía no escuchar a Spreen, aunque si lo hacía, pero solamente quería ser mimado por su novio, muy trolo de su parte diría Farfadox.

ーMejor bajemos, pero primero bañate.

Mandó el oso, el conejo sin decir nada, entró al baño.

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