Capítulo I: Rumbo desconocido

70 0 0
                                    

Los integrantes de la unidad Delta Hammer se encontraban en el vestíbulo de su base, despidiéndose de sus familias antes de partir a misión, como ya era costumbre. Entre ellos se encontraba Katara Drew, una joven de cabello castaño y piel tostada, quién hacía lo propio con sus padres; pero sus pensamientos no estaban con ellos precisamente, si no con el hombre que despertaba en ella algo mas que intriga. Desde su reincorporación a la vida militar, no tuvo mas que ojos para él y aunque no era causal de distracción, en sus momentos libres le era imposible no pensar en él. Esto generaba cierto conflicto en ella, ya que el susodicho la trataba con indiferencia, y como cereza del pastel, también es casado.

Y ahí estaba él, a tan solo unos metros de dónde se encontraba. Su nombre es Salvador Guthrie, un joven alto, de cabellos oscuros y grandes ojos azules; tiene el grado de Teniente y es el líder de la unidad. A su lado se encontraba Delia, su esposa, una mujer de figura espigada, rubia, con una hermosa piel parecida a una muñeca de porcelana, juntos tienen una pequeña hija llamada Megan, que es idéntica a él. Salvador siempre fue considerado carismático, extrovertido y con un corazón enorme. Era como el típico chico popular de secundaria que se llevaba bien con todos... Con todos menos con Katara, quien no se explicaba qué tipo de atracción masoquista estaba aplicando en ella.

- Cielo ¿Te encuentras bien? - Preguntó Josephine, su madre.

- Sí... Es sólo que... Nada, olvídalo - Dijo Katara, saliendo de sus pensamientos.

- Seguro que es uno de esos dolores de cabeza que siempre tienes. No olvides de tu medicación, cariño - Dijo su padre Alfred, suponiendo que de eso se trataba su falta de atención hacia ellos.

- Gracias. Lo recordaré, papá. - Le contesta Katara, dibujando una sonrisa forzada en su rostro.

Alfred Drew, padre de Katara, es un General retirado del ejército, respetado y admirado todos, considerado un héroe de guerra. Siempre estuvo orgulloso de que sus hijos hayan decidido tomar el mismo camino que él. Aunque, le angustiaba mucho ver a su querida Katara partir, ya que estuvo a punto de morir en una ocasión.

La comandante Astrid Parker hizo su aparición llamando a los soldados a formarse. Era tiempo de partir, Katara abrazó a sus padres, al mismo tiempo que observaba a Salvador despidiéndose de su pequeña, con un beso en la frente.

Todos subieron al imponente Hércules, vehículo que los trasladaría a la base más allá de la frontera.

- ¿Lista para el baile, Kat? - Preguntó Miranda Wagner, la mejor amiga de Kat.

- Si no lo estuviera, me habría quedado tejiendo mantas en casa, cariño. - Kat por fin sonríe, en todo el día.

- ¡Caramba! ¡Señoritas, acá tenemos a alguien enfocada en nuestra victoria! - Miranda era buena llamando la atención, e hizo que todos se pusieran a vitorear, dejando a un lado la añoranza de dejar a sus seres queridos detrás.

- ¡Regálame un poco de valor, que me hace falta! - Bromea Ben.

- Pensé que Tony, te había dado un poco del suyo - Responde Kat, enseguida.

- ¡Hey! ¡Basta Drew!... Que mi esencia, no la regalo, ni siquiera a este - responde Tony, señalando a Ben.

- Y yo que pensé que entre hermanos eran más generosos. - Prosiguió Kat

- ¡Nunca! - respondieron Ben y Tony. Los geniales hermanos Blake.

Todos ríen, menos Salvador. Por un segundo, Kat pensó que él sonreiría al menos, pero él permanecía como que ella no hubiese dicho palabra alguna.

- Debes estar emocionada, sabiendo que después de esta misión, iremos a la base donde está Julien ¿Verdad? - Le preguntó Frida.

- Sí, ya quiero abrazar a mi hermano.

RunawaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora