Runaways

Capítulo VIII: Atravesando la ciudad del caos - parte 2

Twister entra en el refugio, pidiendo ayuda porque Kat se encontraba pálida y muy frágil

- ¡¿Qué sucedió?! - pregunta JJ bastante angustiado.
- Kat, ¿Estás bien?
- Tuvo un colapso y casi se pierde, Wagner. Está con fiebre, deshidratación y mareos - Bri la carga - ¿Tienes la medicación que te pedimos para ella?
- Sí, se lo pondré en el suero - le responde Bri - Esperen aquí, por favor.

Jade retiene a JJ para tratar de calmarlo; Twister toma la tablet de su primo, desde dónde activa la seguridad de la casa, deja su mochila en el piso y se desploma en uno de los sillones. Pasaron unos minutos, antes de que Bri vuelva a salir.

- Ella está estable, pero necesita descansar.
- Excelente - responde el Capitán - Sabes que estás en problemas, ¿Verdad?
- ¿Qué tan furiosa está?
- Te quiere arrancar la tráquea.
- No debería. No es tu culpa, tío. Yo te pedí ayuda.
- ¡Silencio, jovencita! Sabes muy bien que tus actos traerán consecuencias.
- No me hables así delante de todos.
- Pues debiste haberlo pensado antes. Y no olvides de que aparte de tu tío, soy tu padrino y al no estar tus padres alrededor, estás a mi cargo - Jade se calla sin borrar su expresión de enojo. Twister se dirige ahora a su primo - Bri, por favor.
- Vengan, les mostraré en donde están las habitaciones y los baños para que se den un aseo, mientras preparo la cena - El grupo lo sigue por un pasillo y luego doblan a la derecha y en la tercera puerta hay una habitación con varias camas marineras - pueden descansar aquí, en el fondo del pasillo están los baños: izquierda hombres y derecha mujeres. Les llamaré para cenar. ¡Ah! Por cierto, Lockpick me envió una imagen satelital, el teniente Guthrie y mi prima favorita están a buen resguardo.
- ¿Está vigilando a mamá? Me alivia escuchar eso - dijo Jade, ahora con una sonrisa en la cara.
- ¿Prima favorita? - reclamó Twister - Es por lo de recepcionista ¿verdad? Bri, no le puedo ir contando a todo el mundo que los Dalla Noce somos básicamente una cooperativa militar familiar.
- Entonces tampoco saben que el Capitán Russell, en realidad es el General Vittorio Dalla Noce, mi padre y el de Fran.
- ¡Mierda! - dijo una Miranda con cierto tono de exasperación - ¿Hay algo más que no sepamos aún? Esta semana ha sido demasiado intensa.
- Pues espero que no te enteres mas o te dará un derrame - le dice Twister - ¡Vamos, a las duchas todos!.

Todos dejaron sus pertenencias a lado de las camas, y fueron a sus duchas correspondientes. Estefano sacó una botella de vino de su mochila y se metió a la ducha, mientras el agua lo recorría de la cabeza a los pies, él bebía pensando en como estará su melliza ahora.

Confesionario:

Nuestros queridos Salvador y Lola habían encontrado refugio en uno de los edificios antes de que caiga el sol. Ella revisó las heridas del Teniente para prevenir cualquier infección, luego preparó una cocina improvisada con algunos ladrillos y pastillas de combustión así puso a calentar comida y hervir agua. Se hallaban en un subsuelo, que era imperceptible para cualquier que pasara por afuera, así que Salvador pudo encender una pequeña hoguera que les servía como iluminación y calefacción.

- Bien, Capitana. Con todo respeto, ahora que estamos cenando sin temor de que alguien venga a dispararnos, creo que es un buen para que responda mi pregunta.
- No eres de los que olvidan deudas, Teniente. Si quieres saber porqué mi hija está tan preocupada por mí, es porque le pedí el divorcio a su padre.
- Lo siento, Capitana.
- No lo sientas, se lo merece. Y ya puedes llamarme Lola; solo cuando estemos con mas gente acuérdate de mi rango.
- Como digas, Lola ¿Puedo saber con qué clase de estupidez te están dejando ir?
- Te contaré la versión resumida:

- Mi hermano tiene una hija llamada Helena y su ex llamada Mathilda (ellos terminaron bien y son buenos amigos, por si te preguntabas), hace unos meses atrás le dijeron a Jade de hacer una salida madres e hijas, mi pequeña llegó corriendo entusiasmada a mi oficina para contarme de la propuesta, a lo cuál acepté gustosa porque necesitaba relajarme. Así que primero fuimos a un spa, a almorzar, de compras, después dijimos "vamos a ver una película" aprovechando que aquel centro comercial tenía salas de cines. Nada grata fue la sorpresa que nos llevamos cuando veo a mi marido besuqueándose con otra mujer. Las 4 nos quedamos heladas, ¡Imagínate! Él era el prospecto de hombre de familia intachable. Al separarse de ella, nos vio y corrió hacia nosotras, la pobre chica iba detrás de él sin entender nada. PJ trató de dar todas las excusas posibles, pero ninguna válida. No había vuelta atrás. La chica, Maddie creo que se llamaba ni siquiera sabía que era casado y menos que tenía dos hijos.
- ¿Tienes otro hijo más?
- Sí, Thomas de 8 años. En fin, después de pedirle el divorcio, lo dejé ahí recibiendo golpes de la tal Maddie. Creo que lo más doloroso para él, fue ver la cara de decepción de Jade. Ella es su hija favorita, aunque lo niegue.