Capítulo VI: Los mellizos asesinos

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Viene de: The Killer Twins - Un poco de historia... ¿Qué? ¿No lo han leído aún? No esperen más. Vayan a leerlo y vuelvan a este capítulo.

Han pasado 4 días desde que nuestros chicos abandonaron el Foso, y lo único que tienen alrededor es un vasto desierto, calor insoportable en el día y frío asolador por las noches; todos lucían agotados, salvo Jade. La joven se veía tan tranquila y sin molestia,al punto que se podría cuestionar si en realidad era humana. Quién si estaba interesado en ella era Salvador. NO, no malinterpreten. No algún tipo de interés romántico, era mas como una extraña fascinación con su presencia. Mientras tanto ella hablaba con Salvador.

- ¿Y en qué escuadrón estás? ¿Junto con Julien? - Preguntó Salvador.
- ¿A qué te refieres? - respondió Jade algo incómoda.
- Solo quiero saber con quién estoy viajando.
- Hooola ¿Cómo crees que lo conocí?
- ¡Ah! Entoces, conoces a todos ahí ¿verdad?
- Si te refieres a Nathan. Sí, lo conozco.
- ¿De qué estás...?
- Deberías dejar de hablar dormido.
- ¡Hey! Yo no hablo... ¿o sí?
- Sí y mucho. Sobre todo antes de roncar - ambos se miran y se ríen (hacía mucho que no se le veía reír a Salvador de esa forma) mientras los demás los miraban con algo de desconcierto.
- ¿Qué opinan tus padres acerca de que estés en el ejército? - pregunta después de calmarse - Eres muy joven aún.
- Ellos también están en ejército.
- ¿Aún lo están?
- Sí. Mi madre me tuvo de muy joven. A los 16.
- ¡Vaya! No sé como se habrán sentido tus abuelos, si mi hija sale embarazada a los 16, me da un infarto.
- Mis abuelos murieron cuando mi mamá era pequeña. Pero su padrino quién la crió, él sí que casi se infarta. Sin embargo, mi abuela paterna estaba contenta.
- Que historia. Siento lo de tus abuelos. Aunque lo de tus padres me parece increíble. ¿Tienes hermanos?
- Sí, uno. Thomas.
- ¡Vaya! Ser novios desde la adolescencia y seguir juntos todo este tiempo.
- Sí. Como sea.

- Si no te apresuras, lo vas a perder - le dice Miranda a Katara.
- Estás loca ¿verdad? Ella es la novia de mi hermano y él está ca sa do.
- Ella no hace nada, pero él está muy interesado en ella. Le quiere sacar información personal a como de lugar.
- Deja de idioteces. Solo debe ser curiosidad.
- Piensa mal, y acertarás.
- Calla.

Al anochecer, sedientos y agotados, el grupo se sienta en la cima de una duna a descansar y comer algo, hasta que uno a uno se fueron quedando dormidos, con Tony haciendo guardia.

- Kat... Kat... Despierta - Era una voz conocida - Ven conmigo.
- ¿Salvador? - Sí, en efecto era él. La tomó de la mano y la ayudó a levantarse. - ¿Qué sucede.?
- No hagas ruido - Es de madrugada y todos duermen.

Salvador se la lleva al otro lado de una duna, la toma de la cintura acercándola a él y sin decir más, la besa apasionadamente. Katara no se resiste, lo toma del rostro, mientras enreda sus piernas alrededor de su cuerpo. Las manos de Salvador recorren suavemente la piel de Kat, mientras sus labios se encargan del cuello de la joven. Él se aleja un poco y se queda mirándola fijamente a los ojos:

- Kat...
- ¿Qué sucede?
- ¡Kat!
- Dime que te pasa.
- ¡¡Kat!!

- ¡¡Kat!! ¡Despierta! - Ella abre los ojos y se da cuenta se que todo fue un sueño. Un sueño que pasó a ser una pesadilla - Estamos en problemas - le informa el hombre de sus sueños (literalmente)

Kat se levanta solo para ver a un montón de sujetos alrededor apuntándoles con todo tipo de arma

- ¿Qué mierda? - preguntó ella.
- Tony... Se quedó dormido. - respondió Salvador molesto y resignado a la vez.
- Lo lamento, chicos - dijo Tony con el labio roto.

Los sujetos, eran traficantes de armas, maniatan a los ex-soldados y se los llevan al centro de su campamento en donde se encontrarán con su líder, un sujeto de altura promedio, de cabello ensortijado y piel blanca que responde cuando le llaman Jefe. Los mira fijamente a los ojos, como si tratara de ver a través de ellos.

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