cap. 7

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- Te quiero dentro de mi – digo llena de deseo, la mirada que me dio fue algo indescriptible, me miraba con tanta devoción, ya no se ni lo que digo


Comienzo a quitarle el pantalón, él se termina de bajar todo, Dios mío, el bulto que tenía hace un momento no le hace justicia, a como realmente es, no creo que eso me quepa eso es enorme y grueso. El rápidamente se coloca el preservativo, me vuelve a besar, me toca los senos y se los mete a la boca, lo quiero sentir dentro de mi ya, y de un momento a otro siento como entra en mi de una estocada.


Me dolió, pero lo mojada que estaba no dejo que durara mucho, lo único que sentía era mucho placer, como el entraba y salía de mí, es como si el conociera mi cuerpo a la perfección. De la nada me baja del lava manos aun dentro de mí, me deja en el piso y me voltea con un poco de brusquedad y eso me tiene a mil. 


Abre mis piernas se coloca entre ellas, y entra en mi de la misma manera de horita, es tan gordo y grande que llena toda mi vagina. Solo lo que puedo hacer es gemir como nunca, ver a este hombre a través del cristal como me embestía desde atrás, mientras sobaba mis senos y lo escuchaba gruñir, siento que estoy en el cielo.


Poco a poco siento como créese más placer dentro de mí, siento que me voy a venir


- Aguanta un poco bonita, hazlo por mi- dice con esa vos que me mata, trato de hacerle caso, pero él hace otra estocada y me hace tener mi primer orgasmo, ¡Dios mío! Como pude a verme perdido de esta sensación tanto tipo este a sido el mejor sexo de mi vida y después con un desconocido, ¡culpen al alcohol!! a los pocos segundos él se viene también, hizo el mejor sonido que mis oídos pudieron escuchar gimió, mi nombre.

Espera como el sabe mi nombre si yo no se lo he dicho o ¿sí?, comienza a vestirse de nuevo y me ayuda a limpiarme, ya que estoy muy borracha y tengo sueño.


- ¿Como sabes mi nombre? - digo curiosa


- Me lo dijiste- dice sin ninguna emoción


- No, no lo hice – digo segura


- Si, si lo hiciste, estas muy borracha al parecer -dice burlón


- Estoy lo suficiente cuerda para saber lo que digo y hago-digo segura de mí misma, pero el alcohol y el sueno que me dio de repente me tienen mal.


- No te duermas, bonita – dice con una vos dulce diferente a la de hace rato, lo dijo tarde ya me había dormido.


Comienzo a despertar, siento que estoy en una superficie suave, me levanto asustada, ¿en dónde estoy? ¿Quién me trajo aquí?


Narra Alexander

Estoy ayudando a entrenar a los cachorros de la manada ya que no tenía, nada que hacer el día de hoy. Así que me dispongo a mostrarle como utilizar su tamaño y sus habilidades a su favor, cuando de la nada por el link que tengo con la manada me comunican que hay un intruso en muestras tierras. Rápidamente corro, para la área de la barrera, pero mientras más me acerco, me da un olor como a frutas, mi lobo, está desesperado.

En las garras del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora