Cuando Estela se despertó Max estaba en la ducha, permaneció en la cama simulando estar dormida, por lo menos hasta que el bajara Seguramente Nicolás ya le estaría esperando en el despacho con los documentos en los que se le reflejaba como dueño legal del casino
En cuanto el salió de la habitación ella se levanto, rebusco entre su ropa, no quería nada de lo que los Monteverdi le habian dado Encontró un pantalón vaquero suyo, una camiseta y una chaqueta Tras ducharse, se vistió y se arreglo el cabello, cuando se miro al espejo pudo vislumbrar a la verdadera Estela
Paseo por la habitación despacio, recordando todo lo que debía llevarse, en su bolso guardo el pasaporte, la cartilla de su cuenta en común con su hermana, abrió el monedero y saco todas las tarjetas de crédito, las dejo en la mesilla de Max, junto a ella la alianza, el móvil y las llaves del coche Por ultimo saco aquello que había guardado tan bien, el cheque por valor de todo el dinero que Maximiliano se había gastado en ella y lo dejo sobre la mesilla, junto a lo demás
Estaba lista, no necesitaba nada mas, ni ropa, ni joyas, ni tarjetas de crédito, nada, porque nunca necesito nada de eso Miró la habitación con tristeza, después de todo en estos cinco meses había vivido muchas cosas en ella, aunque la mayor parte se excusara en una simple mentira Inspiro profundamente, necesitaba aparentar tranquilidad, frialdad
Bajo a la planta baja y camino despacio por los pasillos, sosteniendo entre sus manos los papeles del divorcio, las puertas del despacho estaban abierta y ahí estaba el, sentado con una gran sonrisa
-Buenos días –Estela entro y se paro frente a la mesa –Pareces feliz
-Mi abuelo me acaba de entregar el casino –Max sonreía triunfante mirando los papeles, levanto la vista hacia ella y noto algo extraño Parecía fría y distante, además de ir vestida de manera diferente, era como si estuviera viendo a la mujer que conoció en el casino Estaba muy atractiva con esa ropa, la observo de arriba abajo, juraría que sus pechos estaban mas grandes
-Ya tienes lo que querías –Estela sonrió forzosamente y le miro a los ojos –Entonces ya podemos divorciarnos
-¿Qué? –abrió los ojos sorprendido -¿Quieres divorciarte?
-¿Para que seguir con el trato? –Ella le miro de manera fría –Tu ya conseguiste tu casino ya no es necesario seguir con esto
-Así que nos divorciamos y ya –Max la miraba de forma penetrante
-Ese era el trato ¿no? –Estela sonrió –Tu ya no me necesitas, tienes tu casino y yo he conseguido los suficientes contactos y la posición adecuada Ya no te necesito
-¿No me necesitas? –Los ojos de Max se volvieron oscuros mirándola con rabia –Eres igual que todas
-Puede ser, pero esto solo era un trato y ya ha llegado a su fin –Estela le soltó los papeles sobre la mesa –Solo falta tu firma Hay una copia para ti, otra para mi y la correspondiente a dar curso al divorcio Firma, todo se ha acabado
Max la miro de manera indiferente, tomo el bolígrafo que había sobre su mesa y firmo las tres copias, después le lanzo dos de ellos a Estela al otro lado de la mesa
ESTÁS LEYENDO
TRATO HECHO
Romance¿Cuánto puede cambiar tu vida dos palabras? Trato hecho Esa es la respuesta de Estela a la proposición de su jefe, Maximiliano Monteverdi, el hombre deseado por todas las mujeres y acostumbrado a conseguir todo lo que quiere Y ahora lo que mas desea...