Día de compras

410 17 1
                                    

Llegó el domingo, desperté con mucha energía, y mire a un lado, era la primera vez después de mucho tiempo que despertaba de tan buen humor. Mi mami empezó a juguetear conmigo tocándome y de pronto me estaba masturbando, lo hacìa bastante bien y con firmeza. Yo recordando todo lo que habìa vivido estos últimos días llegue rápidamente al orgasmo.

Fuimos al baño después de eso. No dejábamos de hacernos caricias juguetonas y besarnos esporádicamente. En la cama antes de vestirnos ella me ofreció su pecho y yo con gusto acepté. No podía creer que esto se volviera una rutina, pero más grande que mi incredulidad estaba mi tranquilidad y satisfacción. Me sentía en el lugar y momentos correcto.

Después de vestirnos desayunamos ahora como dos amigas adultas. Platicamos cosas familiares, pero eso nos llegó a profundizar sobre nuestra relación:


- Al principio pensé que no había tenido una infancia muy feliz y por eso aceptaste tu regresión tan fácilmente.

- No, de hecho en mi infancia siempre me habían complacido con más cosas de las que necesitaba, fui privilegiada, no me quejo. Supongo que más que compensar me regresaría a esa época feliz pero tampoco es así, esto es algo diferente y nuevo a esa época.

- Supongo, actuas tu papel muy bien.

- Yo por mucho tiempo actué como una niña chiquita frente a la gente que me estimaba, les parecía muy lindo. Pero claro nunca tuve el morbo, ni la excitación, ni todos estos sentimiento que ahora tengo e incluso me paralizaron. Ni siquiera recuerdo mi época de lactancia.

- ¿Y crees que haya sido con lo que estás viviendo hoy?

- No lo sé. Me siento pequeña, indefensa, dependiendo, en ese breve momento tú eres mi todo. Aunque a veces siento una culpa, que sé, no debería.

- Tal vez deba hipnotizar

- No creo que funcione así.

- Bien, hay que prepararnos para ir de compras.


Después de vestirnos, desayunamos y tomamos nuestras cosas para salir e hicimos una lista. Muchos artículos ya los tenía Eva debido a su trabajo, pero ella quería productos más personalizados, más adecuados a mi talla. Decidimos hacer las compras en línea primero y buscar lo faltante en tiendas.

Lo primero en la lista eran artículos personales. Pañales, biberones, chupones.

Lo segundo era mi vestimenta. Mamelucos, playeras y faldas con motivos infantiles, moños.

Lo tercero era el mobiliario. Cuna, cambiador, carreola, silla alta y para el auto.

La mayoría de productos para abdl se encontraban en el extranjero por lo que tardarían un poco y eran accesible a nuestro presupuesto, lo más difícil era el mobiliario por sus dimensiones entre otras cosas.

No entras en una cuna normal

Yo creo que podemos poner barrotes en la cama. Tal vez podríamos adaptar una paleta a un banco o quizá de una silla de ruedas, hacer una carreola.

Me gustan unas de esas ideas otras no mucho

Vamos con alguien que trabaje la madera.


Caminamos un par de calles y entramos en un local de una conocida de Eva. Ella le fue describiendo las características de los nuevos mobiliarios y al principio no le pareció nada raro pero conforme era más específica empezó a sospechar algo raro. Pero como toda una profesional no hizo preguntas inquisidoras.

Eva quería pagar todo pero yo le insistí en poner de mi parte. Le confesé que estaba tan feliz con la situación por lo que me comprometo al cien. Ella estaba tan feliz que me levanto y me cargo en la calle unos cuantos pasos.

Pasamos por un café antes de que me llevará a mi casa, ella empezó a hablar:


- Gracias por este fin de semana.

- Gracias a ti, me hiciste sentir cosas que no había sentido hace mucho.

- Supongo que si

-  Aunque me refería más a que tenía mucho que no tenía una pareja afectiva y que me atrajera tanto, la infantilizaciòn fue algo nuevo en mi y me hizo mojarme en más de una ocasión.

-  Siempre estaré para ti en especial cuando te mojes.

- Y espero también cuando tengas sed

- Lo espero yo también


Ella pidió café y yo un chocolate:

- ¿Qué tal sabe tu bebida?

- Me gusta el chocolate pero le falta algo.

- ¿Azúcar?

- No, es que la leche no sabe a ti.

- Es que lo pediste deslactosada

- ¿Algunas de tus chichis produce deslactosada light?

- Sé que te gustan así

- No te lo niego ¿y cómo sabe tu café?

- Está bien, me gusta poco dulce. En ti tengo toda la dulzura que necesito.

- Ti mami, te quero mucho mucho.

- Gracias bebe.


No sé si me oían las demás personas pero no podía evitar ser tan infantil.

- Espero con ansias el próximo fin de semana.

- Igual yo.

- ¿te gustaría jugar algo?

- Estaría bien.

- ¿Te puedo castigar?

- Jajaja, con nalgadas y todo eso.

- Entre otras cosas.

- Me encantaría.

- ¿Te gustaría...

- Soy tú bebe indefensa y dependiente de ti. Estoy rendida a todos tus deseos y lo quieras hacer conmigo es un sí definitivo. Como lo habías dicho, tú decides como me alimentas, que visto, que hago. Incluso decidirás qué edad tendré.

- Solo eso necesitaba oír.


Nos besamos, me llevo a mi casa, entró y se despidió pero la detuve, le pedí que me amamantara por última vez antes de irse. Nos acomodamos, cerré los ojos y me deje ir.



La bebeficación de KarlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora