Luna nueva.

179 7 0
                                    

Habían pasado un par de meses y mis prácticas acabaron en la guardería. Empecé a trabajar en una empresa cerca de ahí.

En este tiempo me la había pasado bien con Eva. Si nos tomábamos el tiempo para nuestras aventuras. Cuando me portaba mal, disminuían mis años cuando me portaba bien, podía volver a crecer. Si me portaba traviesa y desobediente mi mamá me castigaba haciéndome regresar a una niña de solo meses e incluso no cambiando mi pañal por un rato.

El alimento generó cambios en mi, la papilla y la leche materna me hicieron aumentar algunos kilos, tuve que cambiar mi régimen de ejercicios a algo un poco más intenso.

Algo en mi mente había cambiado, en mis sueños tenía vividas imágenes de mi siendo un bebe y cada vez eran más frecuentes. Descubrí también algo curioso, hacer descansar la mente volvía a mi mente más activa cuando lo necesitaba. Leer sin cansarme de ello ya era más fácil.

También caer en llanto me ayudó a estar más contenta el resto del tiempo, balbucear me ayudó a ser más elocuente y gatear me ayudó a sentirme bien estando parada o en movimiento. El cuerpo sabe buscar el equilibrio.

Y aquí estaba ahora, desayunando con Eva como dos personas adultas o casi:

¿Cómo dormiste anoche bebe?

Bien mami, descanse excelente.

Veo que ya te acostumbraste a ser bebe.

Si, no puedo creer lo rápido que lo asimile.


Entonces recordé algo de la noche pasada

Sabes mami, ayer soñé que entraba un duende.

¿Tuviste una pesadilla?

Pues no estaba asustada, más bien somnolienta.

¿Y de qué trató el sueño?

El duende entró y estuvo revisando por todos lados, usaba una capa negra y tenía el pelo verde.

Que feo duende.

Supongo.

¿Y cómo quieres pasar este fin de semana?

Cómo una bebe de dos años, quiero jugar videojuegos.

Veremos cómo te comportas.


Fui a mi nuevo trabajo. Las actividades no me parecían pesadas o tediosas, mi vida personal marchaba a la perfección por lo que estaba de buen humor todo el día. Así que mi vida laboral y familiar podían ser un poco más agitadas sin me molestaran. Al llegar a casa platiqué de esto con Eva.

E- ¿Te gustaría presentarme a tu familia?

K- Yo creo que pronto, nuestra relación ha avanzado mucho.

¿Y te gustaría que te presentará a la mía?

Por supuesto, siempre que quieras, me encantaría

No tengo buena relación con mi familia, yo creo que esto tardará pero no dudo que en algún momento pasará

Está bien, sin presiones.

Me daría pena conocer a tu verdadera mamá.

Ni lo menciones, no quiero pensar en mi padres cuando estoy contigo.

Lo siento. Lo sé, se arruina la fantasía.

Se me bajó la libido.

No te preocupes, esto tiene arreglo, ve a la cama que ya te alcanzo.


Eva me llevó a la cama, me desnudo y me dio un excelente masaje sexual, después prosiguió la infantilización. Desde el vestuario hasta el aroma, en todo el ambiente se sentía como emanaba ternura. Esta vez me tocó vestir un mameluco.

La bebeficación de KarlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora