Nuestra rutina

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8:00 am: Desperté en mi cuna y vi desde abajo mi móvil. Quería ir al baño, así que instintivamente orine mis pañales. "Bua bua" empecé con mi llanto para llamar a mi mami que me escuchaba desde la otra habitación a través del intercomunicador.

Ya llegué bebe. Deja revisarte.


Eva me abrió de piernas y me quito el pañal. Que tenemos aquí, dijo mientras me limpiaba y al mismo tiempo masajeaba mis genitales. Me comenzó a desvestir, examinando mi cuerpo por si tenía alguna erupción, salpullido o cualquier anomalía. Claro que ponía especial atención a ciertas zonas de su interés.

Parece todo en orden.

Gracias mami. Te quero

Es hora de tu baño

Shi


9:00 Me termino de desvestir, me llevó a la tina. Ahí estaban juguetes, aros de burbujas, barquitos, patitos de hule, etc. Yo empecé a jugar y chapotear con mis manos salpicando alrededor. Eva me pusó un shampoo suave.

Te arde bebe.

Ño mami. Me shento bien.

Te voy a tallar.

Shi mami.


Ella pasó sus manos por todo mi cuerpo con los artículos de baño. Cada masaje era otro momento de relajación y cada tocar de mis zonas erógenas un pequeño placer. El enjuague fue rápido y preciso.

Después del baño me tomo en una toalla me seco, me envolvió y me llevo cargando a la cama.

10:00 Empezó a buscar la ropa con la que me vestiría.

¿Qué te parece este vestidito de marinera?

Boñito mami

También lo creo, pero este es la primera vez que te visto de bebe, debe ser algo más significativo


Estuvo buscando entre los cajones cuando encontró un lindo vestido rosa, era de algún tipo de elástico, algo escotado, con muchos moños, y una falda un tanto abultada pero corta que dejaba ver mi trasero.

Este me gusta, ¿Y a ti?

Mi guta mami

Pero primero te podré tu pañal.


Eva me reacomodo en el cambiador y me abrió las piernas

Nunca me cansaré de esta vista.


Todo, el aceite, el talco y me aplicó un poco. Colocó el pañal por debajo de mi cadera, lo cerró y lo sujetó con cintas adhesivas. Me puso unas medias rosadas y mi vestido. Me peino el cabello y me puso un gran moño en mi cabeza. Era una combinación extrema de inmadurez y feminidad.

Ella me admiro por un par de minutos y me dejó en mi cuna mientras ella se bañaba y se arreglaba también. También era un deleite verla desvestirse, ver sus senos grandes era hipnotizante. Su cuerpo está tonificado pero al mismo tiempo su cadera era voluptuosa.

11.00 Ella estaba preparada e íbamos a desayunar, pero primero me daría con su pecho. Me coloco entre sus brazos mientras me miraba, se desabrocho la blusa y abrió su sostén mostrando su pezón. Yo me emocionaba hacia sonidos de alegría. Me acerca el pezón y mi boca no duda en empezar a chupar. Y así pasaba el tiempo lentamente, a veces le escuchaba hacer un gemido, yo también disfrutaba masajear su pezón con mi lengua. Su néctar no duraba mucho pero lo suficiente para sentir una calma absoluta.

Después de un rato vacíe su teta y me acomodo en la otra. A veces tomaba su otra teta y la masajeaba y ella hacía lo propio en mi cuerpo.

Ya se acabo bebé

Ño mami, que rapido

¿Te llenaste?

Shi mami.

Ahora yo debo comer. Prepararé algo


Ella me carga hasta la cocina. Muchas veces comía de lo que preparaba pero otra veces cuando asumo el papel completamente de bebé me daba alimentos fácilmente digeribles como papillas. Yo ya tenía mi silla alta y al tiempo que ella comía me daba mi alimento en la boca.

Abre la boca, ahora viene un avión.

Ahhh, mmm, que yico mami.

Te ensucias mucho, mira tu babero.

Lo siento mami.

Ahora toca tu mamila con jugo.

Gracias, te quero mucho mami.


13:00 Mientras mamá hacía sus quehaceres, yo estaba en un corralito para jugar. En este había muchos juguetes de bebe, cubos, sonajeros, peluches con sonidos. Yo estaba solo, me relajaba liberando la tensión del estrés de la semana. Escuchando la radio o la televisión, a veces hacía ruido con mis juguetes, a veces jugaba solo dando vueltas o piruetas.

Mi mamá llegaba en ocasiones para hacerme compañía. Nos abrazamos o jugábamos con la pelota. Estar en compañía era lo único que necesitábamos.

15:00 Hora de la comida. Nuevamente me encontraba en el comedor en mi banquito alto comiendo mis papillas de diferentes sabores, colores y texturas, algunas raras otras muy sabrosas. Pero todas me saciaron, saco un par de biberones.

Hoy estoy un poco adolorida de los pechos pero me ordeñe y guarde un poco de leche.


Me coloco en posición y me coloco el biberón el cual acepté con mucho gusto.

16:00 Era la primera vez que actuaría 100% como bebé pero me comprometí a hacerlo, no quería hacer mis necesidades en el pañal, pero mi mami me motivó a hacerlo. De principio fue satisfactorio, después no fue tan agradable. Era más oloroso de lo que imaginaba. Después acordamos resolverlo pero esta vez prosiguió con el ritual de siempre. Limpieza, talco, aceites, masajes, etc.

Esta vez me coloco un pañal no desechable, era muy abultado, pero a mi me gusto más.

18:00 Ella me dio una revisada completa, presión y otras del botiquín de las cuales no estaba familiarizada. Al parecer estaba bastante bien pero mami quería tomarme la temperatura y por donde no estaba acostumbrada. Ya que. Solo me puse flojita.

19:00 Era nuestro tiempo de pasarla juntas. Mami y yo realizamos juegos sencillos como escondidillas o perseguirla gateando. En ocasiones también nos animábamos a jugar videojuegos, aunque salía de mi papel de bebé también tenía mis restricciones. También empecé un diario que a veces escribía en mi tableta y una lista de cosas de bebe que me gustaría hacer y no había hecho.

21:00 Preparativos para dormir. Mami nuevamente me desnudo y me puso una pijama celeste. Ella se quedó a mi lado en lo que dormía. Ella empezó a leer en lo que ganaba el sueño.

Mami, léeme algo

Claro bebe

Ella empezó a leer en voz alta, aunque no esperaba que me leyeras sus libros didácticos de sus cursos fueron bastantes útiles para lograr conciliar el sueño. No todas las ocasiones me quedaba con hambre pero cuando lo hacía ella me daba el pecho hasta que me quedaba dormida pero siempre sentí sus caricias y murmullos antes de conciliar el sueño.

Y así eran por lo general mis fines de semana. A veces salimos pero nunca podíamos olvidar nuestros momentos como madre y bebé. Nuestra relación era genial, pues comunicamos nuestros deseos más íntimos, nuestros acuerdos y nuestros límites.


La bebeficación de KarlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora