En aquel edificio te espero,
donde dijiste que no te mudarías,
si tenía ascensor,
por aquel sueño en conjunto que tuvimos la misma noche.
Aquí te aguardo
mi lecho de muerte será aquí,
y aquí te digo, ¿vendrás?
Aun a pesar de todo...
Te espero en aquel edificio, amor mío,
donde juraste quedarte enraizada,
aunque el ascensor nos llevara al cielo,
donde nuestros sueños tomarían vida.
En aquel sueño en conjunto, tan profundo,
construimos un futuro sin final,
y aquí me encuentro, esperándote, desnudo,
mi lecho de muerte será el final.
¿Vendrás, a pesar de todo, mi amadx?
A dejar este mundo a nuestro paso,
aunque parezca una historia descabellada,
juntos partiremos, sin más rechazo.
En el fin del mundo, nos encontraremos,
donde el aire escasea y todo se desvanece,
pero ahí estaremos, tú y yo, uniéndonos,
y viviremos nuestra última noche en paz.
Huir de este caos, de este desamor,
refugiarnos en los brazos del olvido,
sabiendo que en estas últimas horas de dolor,
encontraremos el amor en lo perdido.
Si tuviéramos cinco minutos más,
antes de abandonar este plano incierto,
haría lo imposible por hacerte feliz,
y juntos, al fin, llegaríamos al puerto.
Así que sucedió, el fin del mundo llegó,
y contemplamos la locura desatarse,
como una barrera primitiva que colapsó,
nos queda solo enfrentar el destino y abrazarnos.
Si tuviéramos cinco minutos más
para respirar el último suspiro,
los gastaría contigo sin dudar,
enlazados en un adiós sin retiro.
Lloraría a través de esos minutos eternos,
que escaparían rápidos como el viento,
pero sabiendo que lo compartimos tiernos,
me despido, unido a ti en este tormento.
Te espero en aquel edificio, mi amor,
donde nuestro sueño se hace realidad,
partiremos juntos, sin temor,
en este adiós, dejando atrás la soledad.28/10/23
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Mis propias poesías
Thơ caLa poesía no es de quien la escribe, sino del que la necesita.