El suicidio toca la puerta.

16 0 0
                                    

Hola, el que esté leyendo esto,
Esta es una de mis creaciones de lo que siente mi alma y pude reflejar,
Es algo muy profundo que pude dejar escrito y ojalá puedan sentir lo mismo.
Sin más, el primer texto
es lo que salió de mi interior
y el segundo texto es donde
lo hice en poesía.
Gracias.

El suicidio tocó mi puerta desde mi niñez hasta mi adolescencia,
siempre se sentó en mi cama y me endulzó el oído invitandome a irme con el y agarrar su mano para encontrar la paz que necesita mi alma,
para calmar la soledad que siente mi triste corazón, para calmar la depresión que consume mi mente,
Hoy, vuelve a tocar la puerta y sentarse en mi cama a sacarme charla,
siento que cada día es más complicado que el otro, le dijo que quiero irme
de nuevo como ese día,
como en ese sueño donde lograba mi cometido con el y sentía aquella paz que siempre necesite,
El toco mi mano para invitarme irme con el y pasar la puerta,
Sentí que con su solo tacto, hundió mi pecho con dolor, como si mi interior gritará por ayuda y que alguien me escuchara y se de cuenta de mi dolor,
que alguien entre todas las personas, notara la tristeza, la soledad y la depresión que consume mi ser mientras el me endulza el oido,
yo agarre su mano,
sentía mi alma desgarrarse pensando si es lo correcto pero he vivido toda mi vida en dolor y sufrimiento, sin poder sentir lo que es la felicidad,
que mis pensamientos se empezaron a hundir y me sentí hundido en el mar a la vez que me ahogaba
y mis gritos eran cesados sin poder ser escuchados por la profundidad,
así me siento cuando no logro expresarme cuando quiero liberarme del dolor y llorar, no puedo.
Oh.. por favor.. no vuelvas a tocar mi puerta de nuevo, por qué la
próxima vez abriré y me iré.

Toc toc

En la oscuridad, un susurro me llama,
Una sombra que me sigue,
sin dejar de acechar.
Desde niño, me visita,
con palabras dulces,
Prometiendo paz, un fin a mi tristeza.

Me sienta en mi cama, con mirada profunda y ojos vacíos,
Me ofrece su mano, para un viaje sin retorno, un abismo sin fondo.

Me endulza el oído,
con promesas de paz y calma,
Un fin a la soledad,
que consume mi triste corazón.
Me dice que me libre,
de la depresión que me ahoga,
Que me dé la mano,
y me guíe a un lugar sin dolor.

Pero, su tacto es dolor,
un grito en mi pecho,
Un llamado a la ayuda,
que nadie puede escuchar.
Mi alma se desgarra,
en una lucha interna,
Entre el dolor y la paz,
que me ofrece su mano.

He vivido en sombras,
sin conocer la luz,
Sin sentir la felicidad,
que otros sienten con facilidad.
Mis pensamientos se hunden,
en un mar de desesperación,
Y su voz me llama,
con una seducción mortal.

Oh, no vuelvas a tocar,
no me invites de nuevo,
Porque la próxima vez,
abriré la puerta y me iré.
No quiero seguir, en este ciclo de dolor,
No quiero sentir, que me ahogo
en mi propia tristeza.

Por favor, déjame en paz,
no me sigas más,
No me endulces el oído,
con promesas de un final sin dolor.

Oh, no vuelvas a tocar,
no me invites de nuevo,
Porque la próxima vez,
abriré la puerta y me iré.

Mis propias poesíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora