Flawless

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Al paso de quizás unos días, la lluvia parecían haber incrementado. Neuvillete no estaba especialmente triste, simplemente estaba confundido y aunque al principio su corazón dolía por perder a un gran amigo, conforme más tiempo pasaba era evidente que el sufrimiento que lo invadía no era solamente por esa razón.

Extrañaba algo que solamente aquel hombre podía darle.

Después de la pelea Neuvillete pensaba que aquella tristeza desaparecería conforme el tiempo avanzara y no lo viera más, pero había sido más difícil de lo que imaginó y su corazón volvía a doler mientras más se alejaba de el. "Simplemente quiero dejarlo atrás como el lo hizo conmigo" pensaba mientras su sufrimiento incrementaba.

No fue hasta que una noche antes de la profecía, volvió a cruzarse con el. Ese día en particular las lluvias habían parado, todo a razón de que Neuvillete parecía estar pasando por un buen momento al haber reparado algunas heridas que estaban abiertas desde mucho tiempo atrás. Wriothesley se había dado cuenta de esto y aunque se alegraba de que aquel hombre dragón que tanto tiempo había estado sufriendo por el pasado estuviera aprendiendo a perdonar y soltar, admitía que tenia miedo de ser reemplazado y olvidado fácilmente.

Los ojos del mayor se detuvieron fijamente en aquel hombre que conversaba con algunas chicas cerca de la fontana Lucine. Reía y parloteaba como normalmente lo hacía pero había algo en Neuvillete que le dolía al volverlo a ver. Que por primera vez su mirada nunca se dirigió a el, tampoco le dedicó una sonrisa, simplemente pasó a su lado como si no existiera.

Para Neuvillete las cosas no volverían a su normalidad muy pronto, su confusión abatía entre quienes necesitaban de el y a quien el necesitaba. Su culpabilidad y karmas del pasado lo mantenían ocupado durante el día, mientras que sus acciones actuales le quitaban el sueño de cada noche.

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Su corazón volvió a dar un salto inmediatamente se encontró cerca de el. Su caminar era estable, pero su corazón no.
Fontaine estaba a punto de enfrentarse a la profecía y era probable que así sucediera si aquel hombre que hacía llover todos los días hubiera olvidado la razón por la cual estaba en ese lugar, aquella razón que lo había hecho volverse el juez supremo de la corte de Fontaine y la que también lo había llevado a conocer a todas esas personas cercanas a el, así hubiera buenos y malos momentos.

La misma razón que lo hacía querer detener todo y tener una nueva oportunidad, era aquella que le daba otra oportunidad Fontaine.

– Vaya, ¿Cuál es tu secreto eh? Déjame adivinar – Escuchó aquella voz a sus espaldas esperando que parara. – Quizás solo sea tu sentido de responsabilidad.

Wriothesley se marchó junto con Clorinde dejando solo a Neuvillete, una vez más parecía que todo terminaría, pero él sabía que no sería así, necesitaba tiempo. Aún cuando su mundo se estuviera cayendo a pedazos y aquel chico se burlara ágilmente de el, había cosas que necesitaba terminar antes de que el final llegara y ese no sería el día. Suficientes errores del pasado lo habían perseguido hasta ese momento como para dejar que nuevas grietas los ahogaran de nuevo.

– Tendré el informe preparado para entonces, no te molestes – Habló Wriothesley cruzado de brazos mientras apoyaba un poco su cuerpo al escritorio y veía subir las escaleras al mayor. – Te felicito, si lo que querías era conseguir que te reconociera tu voluntad.

– Detente – Musitó  Neuvillete mientras se detenía frente a el. – ¿Por qué haces esto?

– ¿Hacer qué? Simplemente necesitas descansar para recuperarte. Lo sabes.

– Esto no es sobre trabajo. Wriothesley, para ahora. – Prosiguió mientras poco a poco sentía que su voz se quebraba. – Esto no tiene porque arruinar lo que teníamos tu y yo.

Don't cry (Neuvillete x wriothesley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora