Y al final...

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El pelo largo de Neuvillete caía alborotado por los brazos de Wriothesley quien lo abrazaba en aquella cama que siempre se había sentido fría, pero extrañamente ahora lograba reconfortarlo cálidamente. El menor acomodó ligeramente detrás de su oreja el cabello de aquel hombre y finalmente sus ojos se detuvieron en el mar detrás de aquel cristal en su habitación. La respiración de ambos chocaba en sus cuerpos mientras que Neuvillete deseaba seguir durmiendo junto a el.

– ¿Hay un lugar que te guste? – Preguntó tranquilo.

– Me gusta... Cualquier lugar donde estes tu. – Procedió el peli-negro y guardó silencio.

– Quiero que me acompañes a un lugar.

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Wriothesley se sentía tonto por querer preguntarle si estaba triste justo ahora, pero se volvía una persona inútil cuando Neuvillete solo se dedicaba a estar junto a el sin decir una sola palabra, pues desde aquella vez que cubrió su cuerpo entre la lluvia aún sabiendo que no estaba limpiando sus lágrimas precisamente, aquellos momentos en silencio se sentían como el más intimo de los momentos junto a el.

– Me gusta este lugar.

– ¿Este... – Miró al rededor.

Era un lugar vacío al norte de Fontaine, un largo campo con pasto largo y a la orilla, grandes y pesadas piedras que había logrado arrastrar el mar con el paso del tiempo. "Definitivamente nadie viene por aquí" pensó.

– Todo este tiempo, me he sentido culpable por mantener una posición demasiado neutra en cuanto a los arcontes, aveces incluso pensaba que estaba tirando a la basura todo lo que mis ancestros han echo para mantener su autoridad sobre las naciones. Pero entonces, el día de su muerte, lloré por ella.

– Furina... Disculpa, la arconte hidro ¿No vivió sabiendo tu identidad?

– Ella, me encontró aquí. – Señaló – En mis primeros días de vida ¿Qué podía hacer un niño indefenso? No tenía fuerzas, tampoco sabia mi misión en este lugar. Nacería y seria mandado a estas tierras sin ninguna misión o pista sobre el futuro. No era un ser auténtico, pero aun así, aquella mujer me recogió en sus brazos y me enseñó sobre la vida ¿Podía un niño odiar a quien lo crió como un hijo? – Finalizó cuando nuevamente el sonido de las olas invadió el lugar.

– Neuvi dragonsito seguramente era muy bonito. – Respondió a todo, haciendo que el mayor riera tímido.

– Con el paso del tiempo perdí más de mis características como dragón – Dijo acercándose a el  y señalando su propio cuerpo – Tenía algunas escamas que reflejaban el color del océano e incluso mis manos tenían pequeñas garras finas y afiladas. Ahora que lo pienso, incluso mi cabello ha sido así de largo desde que era pequeño.

– Hermosamente largo – interrumpió – Sabes incluso cuando era pequeño pensaba que tus bonitas antenas eran parte de el.

– ¿Las cuales? – Contestó antes de taparlas con sus manos.

– Ah entonces aquellos símbolos que cubren tu cuerpo son parte de tu forma como dragón, pensaba que un día habías decidido teñir tu cuerpo de esa forma.

– ¿Por qué haría eso? – "Que sucio" pensó.

– hum – dijo interrumpiendo sus pensamientos – Tan bonito.

– Ya detente – pronunció cuando sus orejas comenzaron a sentirse cada vez más calientes.

– ¿No le puedo decir a una persona bonita que es bonita?

– No. No vayas por la vida haciendo eso.

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– Pero su señoría

Don't cry (Neuvillete x wriothesley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora