12. Mansión Malfoy

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CAPÍTULO 12: MANSIÓN MALFOY

POV HERMIONE

El viaje hasta el hogar de los Malfoy es mucho más largo de lo que pensaba. Tenemos que abandonar Londres, atravesar un estado completo e ingresar a Wiltshire muchos kilómetros más para llegar a destino.

Draco y yo vamos al comienzo sentados juntos, pero cuando nos empezamos a sentir cansados y ya no nos quedan ganas ni de hablar, Narcissa y Severus nos ofrecen cambiar de lugares para que ambos podamos dormir algunas horas en el trayecto.

Draco se acerca a su madre, quien lo recibe en un abrazo, mientras Severus se sienta a mi lado y me permite dormir sobre los asientos triples, con mi cabeza apoyada en su regazo y su abrigo cubriendo mi cuerpo. El aroma del perfume impregnado en su abrigo resulta agradable y bastante reconfortante, como madera y hojas de alguna planta que desconozco, a excepción de es suave toque de menta. Algo que no esperada de un experto en pociones luego haber entrado a una tienda de ingredientes que apestaba horrible. Tal vez, él no hace esas cosas en vacaciones y menos con su ropa de salir puesta.

Mientras Severus y Narcissa charlan en voz baja veo como Draco se va acomodando de costado de la misma forma que yo, pero con una túnica cubriendo su cuerpo. Los primeros minutos ambos nos miramos frente a frente sin saber qué hacer más que sentir esa calidez y protección que nos brindan, pero cuando ellos empiezan a acariciar nuestro cabello, rostro y hombros con cariño y todo se queda en silencio y nos dormimos casi sin esfuerzo en cuestión de minutos. Ambos nos sentimos a salvo con ellos.

−Draco, Hermione... ya llegamos. Despierten, niños –dice Narcissa con tono calmado.

Siento al mismo tiempo una mano agarrando tiernamente la mía y mis ojos se abren. Caigo sobre mi espalda y me encuentro con una cálida mirada y sonrisa amable de Severus frente a mis ojos.

−Severus. ¿Dormí mucho?

−Varias horas. Los dos durmieron casi todo el viaje, de hecho. No quisimos molestarlos –reconoce.

Con dificultad y ayuda de Severus me siento con la espalda casi sobrecargada aún sobre su cuerpo. Mis ojos se van acostumbrando a la oscuridad de la noche de a poco y veo a Draco desperezarse dejando el regazo de su madre con la misma lentitud que yo.

−Herms –saluda débilmente pasándose la mano por la boca para ocultar un bostezo.

Yo le contesto con una sonrisa porque sigo sintiéndome algo torpe aún y mi cabeza descansa contra el hombro del profesor.

El auto está estacionando, lo puedo sentir cuando baja la velocidad considerablemente. Severus me señala algo fuera del vehículo y yo me arrimo a la ventana para ver lo que sea que quiera que me indica. Lo primero que veo son dos espacios separados por columnas con enredaderas que cubren todo, en el medio un sendero lo suficientemente ancho para que pase un auto y algunas personas al mismo tiempo. Es casi de noche y no se puede ver mucho. Casi llegando al medio del sendero hay un portón por el que se ingresa. Y más allá de los jardines un patio delantero y una mansión de cuatro pisos que parece un castillo gótico. Con techos negros finalizados en punta. Las paredes contrastan por su tono más claro, casi beige, hay ventanas en todos lados pegadas casi una al lado de la otra para aprovechar la luz del día. No hay casas alrededor, solo terrenos vacíos con jardines muy bien mantenidos.

−¿Aquí viven ustedes?

−Sí, Hermione –responde Narcissa.

−Es un lugar realmente hermoso –digo asombrada.

Bonito, pacífico y solitario. A veces me gustaría vivir en un lugar tan alejado de todo y todos, aunque desde nos mudamos de casa con mis padres, no me puedo quejar demasiado.

Luz Verde [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora