CAPÍTULO 1: VERDAD
(Capítulo reeditado)
Dos hombres están fuera una casa de un barrio muggle. Han enviado lechuzas a la niña que vivía allí con anterioridad, pero no han recibido respuesta hasta ahora y suponen que la situación es complicada. No era la primera vez que eso pasaba con algún alumno.
El hombre más joven mira al anciano y éste asiente. Ese es el momento. Enfrentar a esa familia no sería fácil, así como tampoco la del niño que sobrevivió. Ambos ignoran su origen mágico por diversas razones.
−Tendrás que hacerte cargo de esta niña, Severus. Al menos hasta que descubramos la verdad.
−Haré lo que ordene, señor.
El pelinegro decidido, le dedica una pequeña mueca, que Dumbledore identifica como una sonrisa. Controlan la hora en un extraño reloj de oro, nueve de la noche, con suerte, la mayoría de las familias muggles estarían por irse a dormir, pero los Granger siguen despiertos. El guardia de la casa les dijo que todos estaban cenando hace poco y que se les permitía pasar.
−Bien, entremos.
Snape ve las intenciones de aparecerse del anciano y lo detiene.
−Debemos tocar la puerta. Sus padres, o al menos quienes ella cree que son sus padres, son muggles –le recuerda el hombre.
Dumbledore solo ríe y le da la razón, aludiendo a que a veces se olvida que acciones como aparecerse o practicar magia pueden asustar a un muggle. Su compañero se contiene para no rodar los ojos por ese comentario. Conoce hasta qué punto llega el humor particular del anciano.
Ambos caminan muy cerca del otro. Severus toca el timbre y abre una mujer joven ataviada con un uniforme que realmente ninguno de los dos reconoce. La mujer los mira con una sonrisa, pero su expresión pasa a ser una de confusión cuando ve alto anciano detrás de Severus. La mujer pensaba que la vestimenta del pelinegro era más o menos normal, a pesar del color negro predominante, pero se extrañó al ver a Dumbledore con su túnica gris, ese gorro en la cabeza y lentes con formas de medialuna. Le quito importancia pensando que tal vez, los invitados sorpresa pertenecían a alguna religión o venían de una fiesta temática.
−Mmm... Buenas noches. ¿Se les ofrece algo? ¿Buscan a los señores de la casa?
−Venimos a visitar a la niña, Hermione Jean Granger –contesta Severus en un tono amable que no suele usar a menudo, pero que le sirve para guardar las apariencias fuera del mundo mágico.
−Llamaré a sus padres e iré a buscar a la pequeña Herms. Debe estar estudiando o leyendo. Pueden pasar –la mujer les vuelve a sonreír y cierra la puerta tras ellos–. Tomen asiento.
Ella los guía hasta el amplio living que empieza al finalizar el pasillo recibidor.
−¿Desean tomar algo?
−Un café estaría bien para ambos –dice Dumbledore.
Ella asiente y sale de la habitación. La casa de los Granger es grande y espaciosa, incluso un poco elegante, aunque no al punto que están acostumbrados los magos, es una casa prototípica de muggles londinenses de clase alta. Los dos se quedan mirando los detalles de la casa impresionados porque tal vez, solo tal vez esperaban algo peor.
−Parece que la niña tuvo una buena vida –comenta Dumbledore sonriendo.
Severus no responde nada más, porque teme que las paredes escuchen. Pero él solo puede pensar que la inocente niña vivió una vida de mentiras y lejos de personas como ella que la educaran como la bruja que es. Aunque en el fondo quiere pensar que quien sea que la haya abandonado en el mundo muggle tuviera una buena razón para hacerlo durante la guerra mágica.
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Luz Verde [Dramione]
Hayran KurguPrimer Año Hermione Jean Granger fue abandonada en el mundo muggle y posteriormente adoptada por la familia Granger, viviendo una infancia casi tan normal como la de cualquier niño. Una década más tarde, Albus Dumbledore y Severus Snape la visitan...