Capítulo 3

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Este capítulo es narrado por Sanzu

Me encuentro en mi sala de tortura, finalmente Mucho está cediendo.

Luego de tres días su voluntad se terminó.

Con ya solo tres dedos y con ninguna de sus uñas, su cuerpo está repleto de heridas, unas a causa de choques eléctricos y otras por ácido.

— Hola ex capitán —saludo con ironía— me dijeron que finalmente estás dispuesto a hablar.

— Púdrete —me escupe— maldita basura.

Sonrío.
— Nunca pensé que nuestro reencuentro sería de esta manera. La vida da muchas vueltas, ¿No crees?.

Voltea la cara.

— No soy bueno con las charlas. Así que vayamos al grano.

Tomo dos clavos oxidados que yacen en el suelo y los clavo en sus rodillas haciéndolo gritar.

— Dime, ¿Cuál es la preparación del Tatsogare no kibō?.

Lloriquea como un marica.
— ¡Fui más que tu amigo y compañero, te consideré un hermano!

Hago presión en los clavos logrando que vuelva a gritar del dolor.

— ¿Cuál es la preparación del Tatsogare no kibō —vuelvo a preguntar.

— ¡Maldito desgraciado, traicionaste a la organización por un maldito Omega! —me escupe— Sobretodo a Mikey que siempre te considero un hermano, ¡Algún día regresará por lo que siempre le perteneció!...

Acabo de clavarle los clavos.

— No menciones ese puto nombre —amenazo.

Deja de llorar.

— ¿Cuál es la preparación del Tatsogare no kibō —insisto por última vez.

— No conozco la preparación —jadea con ojos llorosos— Al ser su creador, Kisaki es el único que la conoce.

Saco mi arma y le apunto.

— Pero sé cuál es su ingrediente principal.

— ¿Y cuál es?.

— No lo conseguirás aquí, no está en Japón.

— Carezco de paciencia —amenazo con presionar el gatillo.

— Middlemista roja.

— ¿Qué es eso?.

— Una flor muy extraña que consiguió Kisaki en un viaje a Nueva Zelanda. La trajo consigo y preparó la cura antes de darle el veneno a Izana Kurokawa durante su embarazo. Sigue manteniendo la cura consigo y no ha vuelto a preparar otra desde entonces.

— Ya veo —giro el tambor del arma— ¿Alguna última palabra?.

— Te quiero, Sanzu. Nunca dejarás de ser mi hermano.

Confiesa entre lágrimas y arremeto contra el vaciando el arma.

Termino el cargador y me alejo dejando el cuerpo inherte en el suelo.

Ꮚ El Omega del Rey //SanTake ⁠ᏊDonde viven las historias. Descúbrelo ahora