PPQVPRIMERO PUTAQUE VAGABUNDA

solo la puntica

La puntica estuvo de moda, a mis quince años cuando me ennovié, en esa época era normal llegar virgen a los quince, mi primer novio Rafael, tuvo paciencia durante seis meses, hasta que !!zaz!!

Solo la puntica, la puntica no más. Después de esto la pasión se apoderó de la virgen. Sé era virgen una sola vez, no había  había posibilidad de repetir como ahora, que todo se puede con la alcahueta cirugía plástica. Puedes ser virgen a los setenta como la tigresa del norte, que se ha mandado a instalar la telaraña más de mil veces.

Era una vergüenza, perder la virginidad, antes de casarse o hasta cierta edad, entre los veinte y los treinta que se presumía que era imposible que la señorita Elvia, siguiera virgen. Ahora resulta vergonzoso presumir de ser virgen después de los veinte. !!!Dios me libre!! dice la virgen

Mi sobrina cumplió los veinte y aún continúa virgen; está desesperada, me dice Tiuchis, ni porque fuera la más fea, y no lo es, es una niña muy simpática, inteligente como todas las de esta generación cibernética.  Lleva ofreciéndose más de dos años con sus amigos, compañeros de universidad,a los amigos de mi hijo, pero la telaraña sigue intacta. Ahora la preocupada soy yo, porque como resuelvo un caso de virginidad en el siglo XXI donde la virginidad es un himen en vía de extinción?

Volviendo a la puntica, con esta palabra, los hombres de mi generación, no sé si en este siglo, aún en algún pueblo, quedan jovencitas incautas que caen, con la puntica no más, pero con esta puntica no más lograron como una epidemia, desvirgar a toda la población femenina de mi pueblo, de mi ciudad, de mi país. Menos a mi tía Carmelita, que guardaba su virginidad como un trofeo. Había que creerle que era virgen porque como no era Juana de Arco, expuesta al escrutinio público por ser su virginidad asunto de estado, mi tía decía que se había entregado a la comunidad de las Carmelitas descalzas, de ahí su nombre; desde los ocho años y la promesa era como una confirmación con agua bendita, y no podía ceder ante ningún hombre, porque sino se la llevaba el diablo. Y se la llevó, porque murió virgen a los ochenta años. Pendejota!!de la que se perdió.