PPQVPRIMERO PUTAQUE VAGABUNDA

tacón Tcherassi en mi culo parte II

Nueve de la mañana, sin sexo la noche anterior, sin un trago de lo que sea en la cabeza, inspirarme, para narrar este delicioso aberrante y masturbador relato, complicado. Pero las putas estamos preparadas para cualquier hora que nos llegue cliente. Aquí va.

Música, whisky,ajuar felino, todos los ingredientes solicitados. Descubriendo mi cuerpo, con media de liguero, sin bragas inoportunas,vergadura, aunque en este caso la hacemos a un lado para darle paso a el tacón Silvia Tcherassi, doce centímetros de largo, lo describo porque lo merece, el diseño del tacón no es redondo como la mayoria de los tacones de zapato de mujer, este es cuadrado , 1cm, no encuentro la tecla, pero es al cuadrado, la textura del material con el que está forrado es en una seda fuerte, pero seda, suave, deslizante, me excito con solo describirlo. La mano del invitado de turno, es clave, debe ser delicada, como la de mi invitado que con una sola mano desliza, la vaselina Jhonson&Jhonson primero por el agujero negro, el mismo que descubrió, Stephen Hawken en el año 67, cuando tenía 27 años,no se de que se jacta,yo lo descubrí a mis quince.

La fantasía se me está cumpliendo, no lo puedo creer, salto en la cama una y otra vez, con los Tcherassi y cuatro tragos puestos. Strep tease o strep teeps , a estas alturas de la embriaguez, ya no estoy segura como se escribe, apresuro la copa de sello azul, estimulo el jugo genital de mi invitado como una puta, la que no sepa como, le envío el video de la mamada por inbox. La medianoche se acerca, espero estar medio embriagada, hasta el punto de seguir consciente, porque este momento no me lo puedo perder ni por un solo milímetro. 

Mi invitado con gesto delicado y desnudo completamente, frente a mis ojos su hermosa musculatura masculina, bronceada y sensual, me provoca mientras empapa en vaselina el tacón deseado. De pronto el tacón cobra vida en sus manos, lo veo más largo, más grande, más grueso, más negro. Otro trago de azul y siento como el tacón Tcherassi dentro de mis fantasías se hace realidad, ya entró hasta el fondo de lo que le permite la parte superior de esos doce centímetros,el tacón entró todo, hasta el enfranque. Entra y sale,una y otra vez, entra y sale, una y otra y otra vez, mis gemidos no son suficientes, me agarro de la sábana, esperando algún desgarre de placer, que pudiera producir el elemento extraño, pero no; absoluto placer, total, perverso, absurdo, sin...com...pa...sión. 

Ojalá lean este artículo temprano en la mañana, porque en la noche no hacen domicilios de zapatos Tcherassi, el sello azul, sí te lo traen de una, por el correo de media noche.