❝ Cuando todo se cae a pedazos buscamos algo a lo que sujetarnos, fue por ese motivo por el que volví a perder a personas importantes ❞
[...]
❝ Ser una chispa en la oscuridad termina desgastandono...
"Hace más de un siglo la humanidad se enfrentó a un nuevo enemigo, la diferencia de fuerza entre los hombres y su nuevo enemigo fue abrumadora. Pronto la humanidad se encontró al borde de la extinción, los supervivientes construyeron tres muros el muro María el muro Rose y el muro Sina, en el centro de todos ellos y así vivieron en paz durante siglo bajo su protección, hasta ahora..."
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La gente corría despavorida, siendo atrapada por los titanes o aplastados por la multitud en el caso de los más débiles.
Entre ellos, dos jóvenes corrían junto a un señor mayor hasta llegar a un barco.
-¡Armin! ¡Sube tu, yo voy a por mí hermano!- La pelirroja se dió la vuelta, su casa estaba cerca de allí, pues el barco estaba en el interior del Muro María y ella vivía entre el distrito y el muro.
-¡Pero Jeanne...!
-¡Nada de peros, tengo que ir a por mis padres y mi hermano, seguro que están bien!
La pelirroja corrió sin darle al rubio una oportunidad para que respondiera o le reprochará algo.
Mientras corría veía como la gente subía a los barcos, cada vez estaba más cerca de su casa. Y luego los vio a ellos, Eren y Mikasa, los estaban subiendo al mismo barco que en el que se suponía ella iba a subir con Armin y su abuelo, una pequeña parte del miedo salió de su cuerpo al verlos bien, ahora solo faltaba su familia.
-¡¿A donde vas?, niñata!- Uno de los militares le gritó al verla ir en dirección a donde los titanes, pero ella los ignoró.
Ya tenía su casa a la vista, se acercó corriendo con todas sus fuerzas, su familia estaba bien.
O eso creyó, cuando una nube de polvo lleno todo el lugar, la joven chica salió volando.
Cuando abrió los ojos, se encontró con la peor escena que podría haber visto una niña de su edad. Su casa, estaba aplastada, su hermano, su madre y madre...
Se volteó hacía la puerta interior, viendo un enorme titán echando vapor. Se quedó paralizada, por más que quisiera su cuerpo no respondía.
Como si se tratara de un milagro, Hannes, uno de los soldados de la guarnición con los que se llevaban bien el grupo apareció frente a ella.
-¡Jeanne! ¡¿Se puede saber qué haces aquí?!- El mayor miro la casa de la chica y luego a la joven.- Vámonos de aquí antes de que aparezca un titán.
El hombre agarró a la chica sobre su hombro y se empezó a desplazar lejos de allí con el equipo de maniobras tridimensionales.
