𝐀𝐪𝐮𝐞𝐥 𝐂𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨 𝐃𝐞 𝐂𝐚𝐝𝐚́𝐯𝐞𝐫𝐞𝐬 - Shingeki No Kyojin x oc

"La Titán Hembra"

—¡Cadetes! ¡Todos en formación!— Ordenó Ness.

—¡Sí, señor!— Respondieron todos los cadetes.

Todos estaban reunidos en las afueras de la base. Hoy era el día. Hoy saldrían todos de los muros. Su primera misión. Y probablemente la última para muchos.

Poco importaba. Al fin lograrían demostrar su valor como soldados. Además, en esta misión también se pondría a prueba el potencial de Eren como arma de la humanidad.

—Sasha, ¿has visto a Jean?— Jeanne se acercó a la chica de coleta para preguntarle acerca del Kirstein.

—Pues estaba conmigo hace un rato. Se fue a por su caballo.— Respondió con indiferencia.

—¡Entonces voy con retraso! ¡Y tú también! ¡Mierda!— La pelirroja fue corriendo hacia los establos.

Su compañero para la misión fue Jean. Su deber era avisar de si veían Titanes y llevar un caballo de repuesto.

Jeanne llegó a los establos, donde por suerte seguía el castaño, o rosa, lo que fuera.

—¡Jean! Mierda, apenas te vi venir aquí.

—Vine en cuanto termino de hablar Ness. Quería ver a mi caballo.

—¿Ya le pusiste nombre?— La pelirroja se acercó al chico, acariciando el morro del caballo del contrario.

—Creo que será... Marco.

—Interesante, cuanto menos...— Jeanne soltó un suspiro de resignación. Todavía no entendía porque ella estaba en el cuerpo de exploración y Marco estaba muerto.

—¿Y el tuyo, Jeanne?

—Destructor del Acorazado.— Respondió con aires de superioridad y cruzándose de brazos.

—Es... Interesante.

—No, pero de verdad. Quiero que sea Issac. Como mi hermano...

—Ah... Seguro que es un caballo increíble.— Intento mejorar el ambiente. No pudieron decir nada más, pues fueron llamadas a las posiciones de la formación para salir.

Cuándo llegaron hasta donde se asignó, la formación todavía no estaba desplegada, pues estaban en la ciudad.

Por eso podían ver a quienes tenían cerca. En la formación, llevaban a Armin delante, y Reiner con un veterano en su lateral derecho más adelante.

Pero de momento, estarían todos juntos para luego desplegarse al salir.

—Será mejor que no te lo hagas encima en la misión, Armin.— Se acercó Jean al rubio, colocando su brazo sobre los hombros del chico.

—No seas tan cruel, Armin es muy capaz.— Se metió Reiner en la conversación.

—No le quita lo cobarde.

—Hombres...

—¿Y tú qué murmullas, pelirroja teñida?— Se encaró Jean.

—Nada, cara de caballo. Aunque un caballo es más útil que tú.

—¡Hija de…!

—¡Novatos, a sus caballos, ya salimos!

Los soldados se colocaron en sus caballos, listos para la orden de salida.

Entonces, sonó el disparo que anunciaba el comienzo de la pesadilla. Avanzaron por la antigua ciudad, escoltados por el equipo de apoyo hasta salir y llegar a campo abierto.

—¡Nos desplegamos!— Anuncio la pelirroja al ver el gesto de Erwin.

—¡Nos vemos, Armin!— Braun se fue hacia su lado de la formación.