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Minho's pov

Todo empezó un día como cualquier otro, se levantó apagando perezosamente la estridente alarma de su móvil. No tenia ningunas ganas de ir al conservatorio últimamente; su sueño se estaba volviendo en su propia contra. Su cuerpo ya no le hacía caso y se estaba rindiendo ante él; ya llevaba un tiempo pensando en presentar la renuncia a la beca que semanas atrás le había llegado debido a sus buenas calificaciones. Mismas calificaciones que él se negaba a reconocer por que en sus ojos, no merecía lo que tenía si no era capaz de disfrutar como antes de bailar.

Tomó una ducha rápida y preparó su bolsa con agua, ropa para cambiarse al final, algo de fruta y una toalla para el sudor.

Salió de casa tras tomarse un café de forma apresurada. Andó a paso rápido por las calles de Daegu para no perder el metro. Pasó entre la gente, esquivándoles con su cuerpo bien formado de bailarín. Pasó por enfrente de bares y establecimientos, donde la gente disfrutaba de un tiempo del que él aún no disponía. Su paso rápido no le dejó descansar a menos que hubiera un semáforo en rojo o hubiera una pequeña masificación de gente que no le permitiría pasar.
Sólo dejó sus piernas descansar cuando llegó a la boca del metro, donde se sintió observado y, por instinto, inspeccionó sus aleredores con la mirada.
Encontró unos ojos nerviosos mirándole a través del cristal de una cafetería que unas semanas antes había abierto; ganando una gran popularidad por su tarta de zanahoria.
Los ojos nerviosos pertenecían a un chico joven que a primera vista era tímido. Observaba a Lee con cautela, como si tuviera miedo.
Durante unos momentos, se observaron entre ellos, analizándose con curiosidad.
Su complexión física era delgada y sus cachetes eran regordetes, haciendo q pareciera una pequeña ardilla. Sus labios eran pomposos y rosados; Llevaba un delantal gris oscuro indicando que trabajaba en el establecimiento. Sus ojos color chocolate seguían observando a Minho, el cual le observaba también.
Los ojos de Lee escanearon aquel chico que levantaba la mirada nerviosamente. Aunque parecía tímido su mirada brillaba juguetonamente y debido a que la situación se estaba tornando un poco incómodo, sonrieron; Cuando al fin salió de su trance bajo las escaleras por la boca del metro rápidamente, temía perder su transporte.

Las cinco horas y media de clase en el conservatorio fueron duras pero se le pasó volando, al contrario que las semanas anteriores. Las clases de ballet, contemporáneo, musicalidad e improvisación eran agotadoras siempre para su joven cuerpo pero aquel día le parecieron más de las normales las veces que deseaba irse de allí debido a que tenía la esperanza de volver a ver a aquel chico de mejillas regordetas.
Mientras se cambiaba el vestuario, pensó que sería una buena idea entrar en la cafetería aún sabiendo que probablemente no se atrevería a cruzar la puerta de la misma.

Mientras revisaba su teléfono en el metro de vuelta, su estómago empezó a rugir y el hambre estaba presente. No le quedó otra opción que contar el dinero que llevaba encima ya que sentía que el hambre que tenía no podía esperar a llegar a casa; se aventuraría a entrar en la cafetería y así a lo mejor seguiría hablando con aquel chico que no logró no lograr sacarse de la cabeza en la mañana entera.

Subió las escaleras por la boca del metro de forma nerviosa y preguntándose si era buena idea ir en busca del chico.
Todos sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando al abrir la puerta del establecimiento una voz dulce resonó en su cabeza.

-¡Bienvenido! bienvenido para cuantas personas necesitan la mesa?-la voz del joven se fue apagando a medida que sus mejillas se encendían al ver a Minho frente a él.
-Para mi solo -sonrió el más alto-
-Claro-Dijo algo tímido y le indicó que mesa podía ocupar.

"¡Jisung! ¡Se te necesita en la cocina!" -se escucha desde la parte interna de la cafetería, detrás de la barra.

-Ahora te tomo la comanda -Sentenció amablemente el chico ardilla para después irse a la cocina.

Minho se quedó pensando en aquel chico chico, no había tenido tiempo para procesar cuando vio aquellos cachetes tratados de rosa. Le había parecido realmente lindo desde cerca.

-¡Hola! ¿Qué tal? Espero que os guste este capítulo :). Se que solo es el primero y eso pero llevo bastante tiempo con la idea de esta historia en mente y pues al fin la estoy escribiendo. Los 2 capitulos anteriores eran para dar un poco de contexto sobre las vidas de los chicos
Bueno, bye~-

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