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Los días pasaban y Jisung seguía ignorando a Minho. ¿Le dolia? Por supuesto que le dolía aplicarle la ley del hielo pero su orgullo se vio demasiado afectado como para dejar pasar lo ocurrido así de fácil. No era capaz de mirarle a la cara sin sentir vergüenza o tristeza. O los 2.

La navidad se acercaba cada vez más y como siempre, la cadena de la cafetería celebraba una fiesta de empresa. Siempre era igual, la empresa alquilaba una nave a las afueras y se montaba una fiesta gigante.

Cuando Jisung llegó al trabajo el 20 de Diciembre, encontró en su taquilla la misma invitación de todos los años para asistir a la fiesta. Y un año más, no asistiría.

Pasó bastante rato y Minho no llegaba al trabajo, a veces su tren se retrasaba y llegaba un poco tarde pero ya había pasado media hora desde que su turno comenzaba. Se estaba impacientando y pese al resentimiento que tenía, le preocupaba. Se dirigió a la oficina del gerenta y llamó a la puerta, entrando al escuchar la afirmación de su jefa.

-Perdón señorita Hwang...

-Jisung-ah, ¿en qué puedo ayudarte?

-¿Sabes si Minho vendrá hoy?

-AH, es es? no, no vendrá hoy. Esta mañana me envió su justificante, hoy iba a Gimpo por temas familiares.

-Ah... está bien, gracias.

-No es nada, otra cosa Jisung- Dijo antes de que Han se fuera.

-¿Si?

-No faltes este año a la fiesta, es divertida y te vendrá bien despejarte, estos días te veo desanimado.

-pero señorita Hwang..

-Ya os e dicho mil veces que no uséis honoríficos, llámame Yeji por favor. Además, Minho ya me confirmará que irá, ¿sois cercanos cierto?- Jisung avanzando- Pues ve con él, te costará menos adaptarte estando con alguien íntimo.- Han susspiró y tras asentir sin muchas ganas ni convicción, salió del despacho. Aunque su jefa fuera muy amistosa, no le gustaba llevarle la contraria pues tenía claro cual era su puesto en el establecimiento.

Empezó a preparar algunas órdenes que había junto a la cafetera

-Escena retrospectiva-

-Jisunggie, ¿así?

-Nop

-Pues dimeee

-Nop, tienes que aprender tu solito- Tras un par de minutos, Han tubo que intervenir

-¡Minho hyung! así no es!

-Pues enséñame, Sunggie.

-Flashback de Fin-

Siguió preparando comandos con una inevitable sonrisa y dé repente entró un chico que le dejó en blanco.

Su tez era musculada y sus facciones eran amables. Su apariencia despreocupada y el aura que transmitía daba una sensación de tranquilidad. Hicieron contacto visual durante unos segundos y el chico empezó a acercarse; se puso un poco nervioso, no se sintió bien ese día para socializar.

-Perdona, aquí trabaja Lee Minho, ¿verdad?- Su coreano perfecto dejaba entre ver que llevaba bastantes años en Corea, descartando la idea principal de Han, que pensaba que no era nativo.

-S-si pero hoy no vino, fue a Gimpo

-Oh.. No estará aquí mucho tiempo y hace años que no nos vemos en persona... ¿sabes si volverá pronto?

-Ni idea. ¿Perdón, quién...?

-Ah, lo siento, no me presenté. Soy Christopher pero me llaman Chan.

-¿Espera, Chan? ¿Chan el mejor amigo de Lee?

-Em, sí. ¿Que Paso?

-Han Jisung- Le extendiendo la mano sonriendo. Chris y él habían hablado varias veces por mensaje.

-¡¿Jisung?! Tio no sabes lo pesado que es Minho contigo- Dijo para estrechar su mano con alegría.

-¿Por qué?- Preguntó extrañado el rubio

-Pues está hablando de ti todo el rato. Que si eres adorable, que si se siente increíble estar contigo, que si tus ojos, que si nosequé y nosecuántos. Todo el día hablando de que no se decide- Chan debió notar el sonrojo del contrario pues murmuró algunas cosas que no llegó a escuchar

-¿Qué no se decide? ¿En qué sentido?

-Hasta aquí puedo contarte, amigo. ¿Estás pillado verdad?

-Demasiado...- El contrario aparentemente con ternura y tras un rato hablando, Han volvió al trabajo. El mejor amigo de su compañero le agradaba bastante, hablaría más con él.

Tras terminar su turno, se fue a casa y se dio una ducha, Yeji tenía razón, necesitaba despejarse.

¿De verdad Minho pensaba en él? No tenía ni idea pero lo que sí sabía era que la depa estaba demasiado vacía sin él.

Cocinó algo rápido y comió, ordenó su habitación, cotilleó la de Lee (tan solo buscaba su colonia para robarla, otra vez), dio de comer a las gatas y jugó con ellas un rato y el tiempo seguía pasando demasiado lento. Antes de darse cuenta, se encontró marcando su número. Se percató de que estaba haciendo cuando el altavoz marcaba los tonos en espera de que la otra línea descolgara la llamada.

-¿Hanji? ¿Todo bien? Pasa algo?- Las palabras salían atropelladas de la boca de Lee. Jisung rio flojito.

-Capullo

-Ah, estás bien. ¿Que Paso?

-¡¿Por qué no me avisaste de que te ibas a Gimpo con tus padres?!

-Pues me hubieras ignorado otra vez

-Mentira

-Verdad, pero bueno, ¿qué pasa?

-Que me aburro sin ti..

-Aww, que bonito- Hubo un pequeño silencio.

-Chan vino a buscarte a la cafetería. No sabía que hablabas tanto de mí.

-¡¿Qué te ha dicho?!

-Nada importante hyung, tu amor secreto está a salvo

-Pero-

-Es broma tontito- Jisung se reía mientras Lee maldecía al australiano por no saber cerrar la boca.

-No me habías dicho que Christopher es tan guapo.

-Ni falta que te haga esa información

-Uy, que toxico cariño

-Ya callate

-¿Y si no?- Minho colgó

Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora